Athletic y Mallorca, una final de la Copa del Rey a pesar de Rubiales y con el himno de España en peligro
Luis Rubiales quería que uno de sus legados como presidente de la Federación Española de Fútbol fuese este modelo de Copa del Rey a partido único hasta los cuartos de final. Un nuevo formato que elevaba la emoción de este torneo y daba la oportunidad a los modestos de soñar por un día con derrotar a los grandes. Quería Rubiales desmarcarse de las gestiones anteriores y mostrar la modernidad y frescura de su gestión, que ha terminado de la manera más tormentosa posible.
Su regreso a España, recibido por la Guardia Civil, su próxima declaración ante el juez y las sospechas de corrupción que investiga la Justicia han difuminado estos días previos a la final de esa competición que él quiso revitalizar y que esta noche se juegan en La Cartuja el Athletic y el Mallorca. Un escenario, que además, está en el centro de la investigación, por las presuntas irregularidades en la adjudicación de las obras de remodelación del estadio olímpico sevillano.
Se empeñan algunos dirigentes en estropearlo todo, pero la cara amable del fútbol se acaba imponiendo y concede este sábado el protagonismo al Athletic y al Mallorca, con sus aficiones llenando Sevilla de rojiblanco y bermellón en busca de un trofeo que acabe con una larga espera en ambos casos. Más larga en los «leones», que pasaron de ser los reyes de la Copa del Rey a acumular 40 años sin levantar el título y sumar seis finales perdidas de manera consecutiva. La primera de esas, justo la temporada siguiente al último éxito con Clemente en el banquillo, y las cinco siguientes, desde 2009, incluidas sus dos últimas decepciones en el partido decisivo que, por la pandemia, llegaron en quince días. Primero cayendo ante la Real Sociedad en la edición de 2020 y luego frente al Barça en la de 2021.
Por esa especie de maldición que persigue al Athletic en la que fue su competición está prohibido estos días en Vizcaya pronunciar la palabra «gabarra», que sigue inédita desde la batalla del Bernabéu ante Maradona. Mejor ni nombrarla, no sea que se vuelva a quedar en tierra.
Enfrente está la ilusión del Mallorca, que sólo tiene una Copa del Rey en su palmarés, la que hace 21 años le ganó con Manzano en el banquillo. Ahora el líder espiritual de los bermellones es Javier Aguirre, ídolo absoluto en la isla y que ha hecho creer a sus jugadores que es posible levantar un título al mismo tiempo que se pelea por alejar el descenso en Liga. Casi 21.000 mallorquinistas estarán en la grada de La Cartuja después de llegar en avión y en barco.
El Athletic pide respeto al himno
La peregrinación desde Bilbao va desde las autocaravanas a un autobús clásico londinense. El club vizcaíno pidió ayer en un comunicado a su afición que respete el himno de España, que sonará antes de que ruede el balón. Seguramente los pitos de la parte de la grada rojiblanca no faltarán.