«Hace tiempo que queríamos ser testigos de los trabajos en el Valle de los Caídos, la edad no perdona»
«La edad no perdona». Silvia Navarro, presidenta de la Asociación de Familiares Pro Exhumación de los Republicanos del Valle de los Caídos, representa a 12 familias que quieren recuperar los restos de sus deudos en Cuelgamuros, ella misma a un tío abuelo. «Esperábamos hace tiempo que nos convocaran a presenciar los trabajos de exhumación, pero lo importante es que se lleven a cabo y cuanto antes mejor, por la premura de la edad de los que se nos van quedando por el camino, sobre todo los pocos hijos que quedan ya».
Ahora está satisfecha al saber que al fin podrán conocer en persona la marcha de las tareas forenses en las criptas de la basílica. «Solicitamos visitar los trabajos in situ antes de que se iniciaran, cuando comenzaron, y también volvimos a pedirlo ya por escrito a mediados de junio del año pasado».
Pero no ha habido una respuesta positiva hasta este jueves por la tarde, después del revuelo mediático por la visita sorpresa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recién aterrizado de su viaje a Qatar. Tras pronunciarse la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y el abogado Eduardo Ranz, que representa a 9 de las 12 familias de la asociación que dirige Silvia Navarro, aunque son 160 en total las implicadas. La ARMH informó de que habían presentado una queja al Ejecutivo tras conocer la visita al Valle que, según denunció, es algo que se les ha impedido hacer a los familiares interesados con el argumento de que podría ser peligroso para ellos. «Las familias que llevan años peleando por sacar de allí los restos de un ser querido se enteraron de las exhumaciones por la prensa y fueron convocadas por primera vez a una reunión el 10 de julio de 2023, en plena campaña electoral, en el Palacio de la Moncloa», añadía la asociación, que reclamaba «que nadie sea tratado por encima de las víctimas» y que «la atención a las familias sea permanente, cuidadosa y siempre teniendo en cuenta que son la prioridad y tienen derechos inalienables a conocer de primera mano todo el proceso y a estar presentes en él siempre que quieran».
Por su parte, Ranz cuestionó que los familiares no tuvieran permitido acudir a ver los trabajos pese a que él mismo solicitó por escrito al Gobierno esta posibilidad en junio de 2023, tras el inicio de las exhumaciones, sin obtener respuesta oficial. «A cualquier fosa de España pueden acudir las familias, pero nosotros seguimos sin conocer la recuperación de nuestros familiares inhumados en Cuelgamuros», lamentaba antes de que hacia las seis de la tarde del jueves le llegara una carta del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, con la ansiada noticia. En el texto, este invita a las 160 familias que han solicitado la exhumacion a visitar el laboratorio forense instalado en el Valle «con el objetivo de recabar información de primera mano sobre las circunstancias, los obstáculos y los avances de los trabajos». El secretario de Estado señala que los familiares serán recibidos por miembros del equipo forense y recibirán una explicación «pormenorizada» sobre el operativo de búsqueda, con la opción de «plantear cuantas cuestiones les parezcan oportunas».
Además, aclara que por motivos de seguridad y debido al protocolo de riesgos laborales, habrá que organizar grupos reducidos, por lo que pide que quienes quieran acudir respondan «a la mayor brevedad posible» para gestionar las acreditaciones.
Sobre la fecha de su presencia allí, «esperemos que sea inminente», apunta Eduardo Ranz. Por su parte, uno de los familiares, Fausto Canales, que ya recuperó los restos de su padre, Valerico Canales, pero sigue pendiente de recuperar los de su tío Vitorino, celebra la invitación aunque asegura que en su caso entendía que hasta ahora no fuera posible visitar los trabajos «por ser una fosa especial», al no estar al aire libre.
[[QUOTE:PULL|||En el otro lado: "Me alegro por aquellos que abrazarán los restos de sus seres queridos. Muchos de nosotros jamás podremos hacerlo" ]]
Por su parte, Marina Benayas, a la que representa, junto a otras 270 familias, la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC),vivió como un «espectáculo dantesco» la exposición de restos óseos y calaveras en presencia de Pedro Sánchez [que la ADVC va a denunciar], y asegura sentir «envidia del despliegue que este Gobierno, representante de todos los españoles, está haciendo en favor de los que considera “de los suyos”». Y «por tal razón, me alegro por aquellos que abrazarán los restos de sus seres queridos. Muchos de nosotros jamás podremos hacerlo y también eran inocentes, humildes y sin más color político que una cruz, una posición social, envidia o estar en el lugar equivocado», afirma.
Su mayor «deseo no es otro que respeten el descanso de mi abuela», que localizó, no sin esfuerzo, en un osario de la Capilla del Santísimo, y a la que pudo llevar flores. Esa despedida que, dice, tienen otros a su alcance es el «sueño roto de los hijos de 3 y 5 años» de su abuela Delfina, porque «jamás pudieron abrazar los restos de su madre y los de un padre torturado, a día de hoy en paradero desconocido».
Entre quienes esperan ese ansiado reencuentro está Mercedes Abril, de 91 años –de la asociación de Silvia Navarro–, que desde Valladolid espera un día ser enterrada junto a su padre. Le prometió a su madre, que falleció en 2012, que le llevaría con ella. Pero el tiempo se agota en Cuelgamuros.