La Leyenda del Tiempo

El AVE tenía algo de aquellos autobuses que fletaban los curristas para peregrinar detrás del Faraón. Todos se conocían en Santa Justa, sin que hiciera falta preguntar por el destino. «Allí nos vemos». Y nadie dudaba de que iban «a favor de querencia». Lo dijo el Faraón en una analepsis de aquellas tardes cimeras en las que tapaba a su cuadrilla para regresar por lances a la cara del toro. «Déjame, que todavía le puedo dar uno más», parecía decirle el jueves a Carmen. Y allá que fue: «Gracias a mis compañeros, que me acompañan tan cariñosamente y que han venido a favor de querencia». La querencia era la Casa de ABC, que es el periódico de los toros; y... Ver Más