El prometedor portero de Saprissa que pasó al olvido aún tiene algo pendiente
El 24 de marzo de 2019, Saprissa anunció con mucha expectativa el debut de José Daniel Rojas Molina, arquero en ese momento de 19 años, quien apareció como ‘apagafuegos’ ante los problemas del arco morado: Aarón Cruz y Kevin Briceño estaban lesionados; además de Alejandro Gómez suspendido.
Hoy, cinco años después, Daniel intenta consolidar su carrera desde la Liga de Ascenso, donde juega con Carmelita, pero todavía recuerda cómo las luces de un debut apresurado lo encandilaron, pero no lo asustaron, porque siempre estuvo listo por si la oportunidad se daba.
Rojas, con camino recorrido, es claro en que su debut fue bueno; sin embargo, personalmente hubiera deseado tener la madurez de hoy, a los 24 años, para así manejar mejor situaciones a las que solo se está listo al vivirlas.
“Yo toda la vida estuve en Saprissa, hice todos los procesos hasta la primera categoría, fui grada a grada, siempre trabajando y pensando en debutar. Todo fue muy rápido, repentino, en el momento uno no asimila que está defendiendo el arco de Saprissa; la historia y el peso es exagerado”, confesó.
Un duelo contra Cartaginés fue el bautizo del juvenil. El partido terminó 2 a 0 a favor de los brumosos; no obstante, de Danny en ese duelo se habló poco, ya que los goles no fueron su responsabilidad.
“Uno quiere jugar, pero ¿estaba listo? Hasta que uno tiene la oportunidad de frente, me di cuenta de que debía mejorar cosas”, recordó.
Contrario a lo que cualquiera pensaría, Rojas nunca se sintió abrumado ante el chance de ser el titular saprissista. Por el contrario, en el camerino que tenía la S en ese momento, con hombres como Mariano Torres, Christian Bolaños, Michael Barrantes, Jairo Arrieta y Alejandro Cabral, él encontró el apoyo para sobrellevar las emociones.
Wálter Centeno, como técnico, también le dio un claro mensaje: “Juegue tranquilo, haga lo que hace en el alto rendimiento y el fútbol le va a fluir”.
“Mi camino no ha sido directo a la Primera División, pero puedo decir que ha sido bueno porque en Saprissa aprendí el manejo de la presión; en Saprissa uno tiene que lidiar con presión siempre y la única forma de aliviar esa presión es acostumbrándose a ella”, dio a conocer.
Pasó la época en la que el arquero estuvo en medio del huracán. Los jugadores del primer equipo regresaron de sus lesiones y sanciones y Danny continuó su proceso. También su nombre pasó de ser muy repetido entre afición y medios a quedar en el olvido.
El guardameta fue cedido a Uruguay de Coronado, sufrió dos lesiones fuertes, sobre todo una en el hombro y Saprissa, aunque no lo abandonó en la dolencia, lo recuperó y no le renovó el contrato.
“Siento que el ciclo se terminó, no era el perfil de jugador que ellos necesitaban en ese momento y listo. Soy un portero de juego diferente, me gusta mucho jugar afuera del marco, juego mucho como líbero, juego el área”, describió.
Cuando parecía que la carrera del portero que fue clave para que el Saprissa de Wálter Centeno no se quedara sin guardián tendría un frenazo, el Herediano apareció en el camino. Jafet Soto y Miguel Segura abrieron las puertas del Team a Danny, quien terminó de readaptarse en el plantel rojiamarillo.
Juego debut de Daniel Rojas con el Saprissa
“Yo he estado en las dos caras de la moneda: en el marco del Saprissa a estar en diciembre operado por una lesión en el hombro derecho, fui a Uruguay de Coronado, me lesioné otra vez y me levanté. Siento que he tenido curvas y Dios me ha trabajado la madurez”, aseguró.
En la actualidad defiende el arco de Carmelita, pero tiene entre ceja y ceja volver a un grande y demostrar que podría rendir en este tipo de instituciones.
Danny Rojas decidió formarse más allá de los terrenos de juego, porque es estudiante activo de Derecho.
El arquero quedó bajo los reflectores con solo 19 años; en una semana pasó de defender el arco del alto rendimiento del Saprissa a estar a las órdenes de Wálter Centeno y ser el guardián del primer equipo. Hoy, con madurez, acepta que todo fue muy rápido, vive agradecido con la oportunidad, pero también tiene la gran duda de qué hubiera pasado si el chance le llegara un lustro después. La única forma de responderse es volviendo al arco morado.