"Un delicado equilibrio": Edward Albee vuelve a destrozar a sus personajes
A pesar de su ingente producción dramática durante la segunda mitad del siglo XX, no son en verdad muchas las obras de Edward Albee que se representan en nuestro país con asiduidad, si exceptuamos, naturalmente, "Historia del zoo" y "¿Quién teme a Virginia Woolf?". Uno de los títulos más aplaudidos de este dramaturgo estadounidense convertido ya en clásico fue "Un delicado equilibrio", con el que consiguió, tras su primer estreno en 1966, uno de los tres premios Pulitzer que obtendría a lo largo de su carrera. Subida a los escenarios por última vez en España en 2011, dirigida en aquella ocasión por Mario Gas, la obra cobra nueva vida ahora en un montaje de Producciones Teatrales Contemporáneas que cuenta en el reparto con Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Cristina de Inza, Anna Moliner y Joan Bentallé, todos ellos bajo la batuta de Nelson Valente.
Curiosamente han sido Borrachero y Temple -pareja en la vida real y, en este caso, también en la ficción- los encargados de hacer una nueva traducción que pudiera aportar, en palabras de la primera, “una visión un poquito más escénica, para facilitar la actuación comprendiendo bien no solo lo que se dice, sino también lo que está pasando” con los personajes y con las situaciones que protagonizan. “Hay traducciones magníficas -añade-, pero no son fáciles para el actor; Albee es un autor fascinante para interpretar, pero con un estilo complejo y endemoniado”.
Un delicado equilibrio cuenta la historia de Agnes y Tobías, una pareja bien posicionada que ve alterada su cómoda vida cuando sus mejores amigos, Harry y Edna, acuden a su casa con una insoportable sensación de miedo que necesitan aplacar. “La función es una crítica a la sociedad occidental que toca muchos aspectos –asegura Borrachero-. Hay una reflexión sobre los vínculos familiares y de amistad en los que nos apoyamos para superar las adversidades y las desgracias, y hay también una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre cómo vemos pasar mecánicamente ese tiempo sin aprovecharlo”. Todo ello, según la actriz, con la comicidad tan particular y mordaz del autor estadounidense: “Hay un humor negro, ácido y despiadado, al más puro estilo Albee; no sabes si reír o llorar con lo que sucede. Es una función que tiene toda la crueldad de ‘Virginia Woolf’, por ejemplo. Son personajes aparentemente educados e inofensivos que se relacionan con un whisky en la mano y la mejor de las sonrisas; pero en verdad se están destrozando con una violencia interna descomunal”.
En cuanto a Nelson Valente -un director argentino muy presente en la cartelera de Barcelona, aunque bastante desconocido aún en Madrid-, la actriz lo describe como “un profesional que deja mucho espacio para que vayan surgiendo cosas del propio encuentro entre los personajes a lo largo de los ensayos”. “Nos ha dado mucha libertad y eso es de agradecer; es una persona encantadora y ha sido un placer trabajar con él”, sentencia Borrachero.
- Dónde: Teatro Fernán Gómez.
- Cuándo: hasta el 28 de abril.
- Cuánto: 22 euros.