Ahora una bacteria amenaza la cosecha, ¿cuánto se puede perder en cada cultivo?
La ola de calor de febrero, las lluvias y el avance de una bacteria afectaron las estimaciones para la cosecha de maíz y girasol, mientras que las proyecciones para la soja se mantienen optimistas. En total esperan que se recorten las ventas en u$s501 millones.
El maíz, muy afectado por una bacteria
La ola de calor, sumada a la incindencia creciente y severa de la bacteria Spiroplasma kunkelii, afectaron las proyecciones realizadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para el maíz y las recortaron en 2.5 millones de toneladas, lo que llevó a que la nueva estimación para la cosecha sea de 54 millones de toneladas.
Es por esto que estiman que la liquidación de esta cosecha representará un recorte de u$s430 millones en las exportaciones.
Las principales caídas las ubican en el centro-norte de Santa Fe y en la provincia de Entre Ríos, más afectados por el avance de la enfermedad, mientras que en el centro-oeste de Buenos Aires y el norte de La Pampa el principal efecto registrado fue el estrés termo hídrico sobre los granos, en particular en febrero, sin considerar las de marzo, que acumularon en los primeros días hasta 300 milímetros en algunas regiones.
A este escenario se agregan las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, que a través del Informe de la Guía Estratégica para el Agro, reportaron demoras en la cosecha en la zona núcleo, tras las fuertes lluvias de la tercera semana de marzo. En esta región, la cosecha se mantiene aún en una etapa temprana con el 11%.
Qué pasa con el girasol
Debe considerarse además el recorte que sufrirá el girasol. Según las nuevas proyecciones de la entidad bonaerense, las lluvias ralentizaron el ingreso de las máquinas en los lotes. Además, debe considerarse que los rindes de Buenos Aires y La Pampa están por debajo de los promedios históricos, en gran parte por el bajo peso de los granos, afectados por el estrés termo hídrico sufrido en enero y febrero, cuando el grano atraviesa su etapa de formación.
La nueva proyección estima un recorte de 200 mil toneladas en comparación con la medición anterior, lo que llevaría a la cosecha a redondear los 3,6 millones de toneladas. En este caso, la pérdida de facturación se ubica en u$s71 millones y alcanzará los u$s983 millones.
El efecto en exportaciones
En conjunto, ambos granos tendrán ventas por u$s7.941 millones en el año, u$s544 millones más que durante la campaña anterior pero u$s501 millones menos que lo proyectado anteriormente.
La soja se sostiene
Desde la bolsa de Buenos Aires consideraron que el 35,2% de la soja de primera transita la "madurez fisiológica" mientras que el 73% de la de segunda se encuentra en su "período crítico", pero con óptimas condiciones hídricas. El 84% de la soja ya presenta una condición normal a excelente mientras que el 77,6% presenta una condición hídrica adecuada. En el caso de la soja de segunda, el 36% comenzó el llenado del grano con buenas condiciones de humedad de los suelos.
Respecto de este grano, desde la Bolsa de Rosario consideraron que, si bien hay varios lotes bajo el agua, los suelos de la región núcleo mantienen buenos niveles de humedad y mantienen aún las proyecciones para la cosecha 202372024 en 50 millones de toneladas. Sin embargo, en el caso de la soja de primera, aumentaron los lotes en condiciones regulares a mala.