70 millones y una mili en la antigua Yugoslavia: así prepara un equipo de Dubái su desembarco en la Euroliga
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El deporte occidental es árabe. El Manchester City , actual campeón de la Champions League, pertenece a la familia real de Arabia Saudí; Rafa Nadal es desde febrero embajador del tenis del mismo país; la Fórmula 1 se decide en el golfo Pérsico, con carreras en Bahréin, Arabia Saudí, Qatar y Abu Dabi; el último mundial de natación, hace un mes y medio, fue en Doha y la creación del LIV Golf, financiado por Arabia, ha conseguido echarle el lazo al español Jon Rahm a cambio de más de 500 millones de dólares. Incluso el combate del siglo (uno más) de los pesos pesados entre el inglés Tyson Fury y el ucraniano Oleksandr Usyk se celebrará el 18 de mayo en Riad y no en Las Vegas, epicentro mundial del boxeo durante décadas. Quedaba una frontera por atravesar, la del baloncesto europeo, pero la semana pasada se dio el último paso para poner fin a la excepción. Salvo sorpresa, un equipo de Dubái, capital de Emiratos Árabes Unidos, entrará en el circuito europeo en la temporada 2024-25. Accederá al viejo continente a través de la Liga Adriática (ABA) , donde participan los equipos con más solera de la antigua Yugoslavia, después de que aprobara que un club dubaití se una a su competición las próximas tres campañas a cambio de más de cuatro millones de euros por año. De los once equipos que juegan esta liga, todos dieron el «sí» salvo el Buducnost montenegrino, que se abstuvo, y el Partizan serbio , que se negó. Este era el último paso para que los árabes tuvieran la opción de disputar competiciones internacionales, y ahora solo falta saber cuándo se hará oficial su desembarco en el ecosistema de la Euroliga. No lo hará en la máxima competición continental porque, en la temporada 2024-25, el equipo de Dubái jugará la Eurocup, categoría de plata del baloncesto europeo. El salto definitivo a la élite llegará, en teoría, en la 2025-26, también a través de los despachos. Pese a no tener méritos deportivos, todos los años, tanto la Euroliga como la Eurocup , proporcionan invitaciones a equipos y, como es previsible, una de ellas irá destinada al club en cuestión. El aterrizaje de un equipo árabe en en el baloncesto europeo lleva cocinándose desde hace meses. Ya en noviembre, en una reunión, se aprobó el marco económico para la incorporación de un nuevo conjunto con base en Oriente Próximo y, en enero, el CEO de la Euroliga, el lituano Paulius Motiejunas , aseguró que las posibilidades de que su escudo fuese de los Emiratos Árabes Unidos estaban al 50%. Y es ahora, más de un mes después, cuando está más cerca de hacerse oficial un acuerdo que bañará en petrodólares la competición (los rumores apuntan a que se embolsará más de 70 millones de euros en seis años) y a los propios equipos, que recibirán un pellizco importante para sus maltrechas economías. Eso sí, se necesitará unanimidad en los once fundadores de la Euroliga para que la operación llegue a buen puerto pero, ya superadas las dudas del Maccabi de Tel Aviv , todo hace indicar que será más pronto que tarde. Noticia Relacionada Baloncesto estandar No Alarma en la NBA: investigado un jugador por un fraude de apuestas ilegales Pablo Lodeiro Jontay Porter, de los Toronto Raptors, podría haber jugado contra sí mismo para lucrarse Una realidad que se encargó de desvelar ayer el propio Motiejunas en una entrevista al medio francés 'Skweek'. «Nos gustó que el acercamiento fuese mutuo. Tuvimos la primera reunión hace ya casi dos años. Es una gran ciudad, tiene un gran pabellón, un buen clima y expandir la Euroliga es algo a lo que siempre estamos abiertos». Además, el dirigente confirmó la hoja de ruta prevista. «La oferta es que se unan a la Eurocup y que tengan la opción de probar y convencer a todos que están preparados para la Euroliga». Era el baloncesto una aldea gala frente al magnetismo árabe con el deporte occidental. La principal razón es que, la mejor liga del deporte, la NBA , tiene una autosuficiencia económica tan vasta que nunca ha necesitado de los muelles de Oriente para mantenerse a flote. De hecho, la liga norteamericana solo ha viajado hasta el Golfo Pérsico para disputar algunos amistosos de pretemporada desde 2021. Una distancia que se hizo más pequeña, eso sí, después de que la primera copa de la NBA, el 'In-Season Tournament', disputada el pasado diciembre, fuese patrocinada por Emirates Airlines. Además, el Mundial 2027 se jugará en Qatar. Varias pistas que, de forma inequívoca, apuntaban a la Euroliga. Estos movimientos de despachos, sin embargo, no dejan satisfecho a todo el mundo. Jorge Garbajosa , leyenda del baloncesto español, antiguo presidente de la Federación nacional y actual presidente de FIBA Europa, es uno de los más críticos con la posibilidad. «No me gusta el hecho de que un equipo de otro lugar pueda venir a la competición de nuestro continente. Es la Euroliga. En principio, no tiene sentido para mí», aseguraba el madrileño el mes pasado. Una Final Four en Oriente La influencia de Oriente Próximo, sin embargo, no planea quedarse solo en la incorporación de un equipo a las competiciones continentales. La Euroliga también tiene sobre la mesa una oferta de Abu Dabi de 75 millones de euros para que las próximas tres ediciones de la Final Four se celebren bajo su techo, lo que convertiría a Berlín en la última ciudad europea en acoger una fase final hasta, al menos, 2028. La cifra que ofrecen desde este emirato es astronómica, pues la capital alemana ha pagado cuatro millones para acoger la Final Four esta temporada, y eso que es la cifra más alta jamás retribuida por el evento. El mundo está cambiando, y el baloncesto no iba a ser menos. Todo este maremágnum, además de resetear el tablero de la canasta europea, también da un aviso al resto de campeonatos, en especial a los del deporte rey. Sin ir más lejos, desde que el fútbol saudí se convirtió en un imán de astros el pasado verano, ha habido conversaciones entre la federación árabe y dirigentes de la UEFA para que al menos un equipo juegue la Champions League en un futuro cercano.