Elena Sánchez dobla el pulso a José Pablo López y logra que el consejo de RTVE apruebe su cese

Tal y como informaba ABC esta mañana, RTVE afrontaba este martes uno de los consejos más complicados en la etapa de Elena Sánchez, presidenta interina de RTVE. Sobre la mesa, entre otros asuntos, estaba el fichaje «interruptus» de David Broncano (apuesta personal de José Pablo López, director de Contenidos Generales) o la posibilidad de contratar 'That's my jam', el programa de LACOproductora con Arturo Valls que hasta ahora se emitía en Movistar Plus. Pero el orden del día ha cambiado drásticamente y ha arrancado con el cese al director de Contenidos Generales de la corporación, José Pablo López. La decisión se ha tomado, según ha adelantado 'Vertele' y ha confirmado ABC, gracias a los votos a favor de la propia presidenta interina Elena Sánchez junto a los tres consejeros del PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio) y a uno de los dos consejeros de Unidas Podemos (José Manuel Martín Medem). En contra han votado los otros dos consejeros a propuesta del PSOE a parte de la presidenta interina (Ramón Colom y Concepción Cascajosa), el del PNV (Juan José Baños) y el otro de Podemos (Roberto Lakidain). Sorprende el giro que ha tomado la mañana en la planta noble de RTVE, donde se esperaba que Elena Sánchez viviera unas horas muy difíciles. Pero la presidenta interina ha dado un giro de timón y ha logrado desbancar al que en las últimas semanas se había convertido en su gran contrapeso. Voces desde la corporación hablaban de que Elena Sánchez había perdido el favor de Moncloa ante el envite de López, que apostaba por el fichaje de David Broncano en la franja de 'El hormiguero' para arrebatar influencia a Pablo Motos. El «abandono» de sus directores generales (que no acudieron a la reunión convocada por la presidenta tras el último consejo extraordinario) así, como ese posible «abandono» de Moncloa, ha hecho que Elena Sánchez se apoye en los consejeros que hasta ahora no la apoyaban para destituir a su rival. Sabe la presidenta interina que su futuro en la corporación es oscuro, difícil de predecir, pero también sabe que los consejeros tienen muy complicado articular una mayoría en caso de que decidieran cesarla. Esto es: no solo hace falta una mayoría simple para echar a la presidenta interina, sino que quien le vaya a sustituir debe recabar el respaldo de cinco consejeros, algo que ahora mismo no parece viable.