Un centro de salud se queda sin profesionales tras un aluvión de bajas por ansiedad: “Solo hay un médico”
Son las 20.30 h. de un martes. En la sala de espera del Centro de Salud Parque Europa de Pinto, al sur de Madrid, aún esperan media docena de pacientes. En la puerta, algunos vecinos resoplan con cara de alivio por haber salido, otros con desesperación por cómo ha sido la tarde: “Llevo dos horas y media para pedir unas recetas. Perdí la tarjeta sanitaria y, al tener una enfermedad crónica, las necesitaba en papel de forma urgente…”, cuenta Lara, una joven que asegura que el bebé de su amiga tiene bronquitis y se ha ido a las Urgencias de un hospital porque no le han podido atender.
Este centro de Atención Primaria cuenta actualmente con cuatro médicos de los 17 asignados, tres de ellos mandados como refuerzos tras quedarse prácticamente sin plantilla: el martes 12 de marzo solamente había un profesional por la mañana –el director– y otro a media jornada para los 31.435 habitantes que le corresponden a este centro sanitario de proximidad que tiene más de tres semanas de lista de espera. Su plantilla de médicos de cabecera lleva más de un año denunciando la sobrecarga que sufren en buena medida por la falta de personal. Esta situación ha derivado finalmente en que la mayoría de los profesionales han caído enfermos y, tras ser evaluados por el Programa de Atención Integral al Profesional Sanitario Enfermo de la Comunidad de Madrid, están de baja por problemas de ansiedad y estrés.
Ahora, la Medicina de Familia de este centro “prioriza la atención de urgencias”, y deriva a otros centros cercanos “los casos demorables o no urgentes”, según explica un cartel. También informan así las administrativas de la Unidad de Atención al Usuario del mostrador a cada paciente que se acerca al centro a pedir cita: “No podemos agendar nada, los médicos no están. Tendrá que irse a Getafe, Valdemoro… si tiene prisa solo le puedo ofrecer irse a otro centro de salud, aunque no sea el que le corresponde, en otro municipio cercano”, se escucha una vez tras otra.
“He venido a por los resultados de una prueba que me hicieron ayer en Valdemoro. Me tuve que ir en muletas, casi sin poder moverme”, explica un vecino que sale después de dos horas de espera. “Yo vine hace tres semanas después de estar desde diciembre intentando conseguir una cita y mi doctora casi se me echa a llorar. Me dijo que no podía más, y no me extraña. Lo siento mucho por ellos, pero esto es lamentable”, le sigue su mujer.
Lourdes acude a preguntar sobre la consulta que tenía para el miércoles a las nueve de la mañana, cita para la que lleva esperando tres semanas. “He venido porque mi hermana me ha dicho que no hay médicos. Cuando me he metido en la aplicación móvil para pedir cita previa no aparece nada de la hora que tenía asignada y, efectivamente, me han dicho que tendré que pasar un triaje con las enfermeras y que si no es urgente no me van a atender. ¿Cómo va a ser urgente si llevo tres semanas esperando? Lo que más me sorprende es que nadie me haya avisado… me había pedido la mañana en el trabajo para poder venir”, cuenta esta vecina.
Los usuarios son conscientes de que la responsabilidad no es de los médicos que están de baja, sino de una administración que “alardea de libertad cuando no podemos ni ir al médico”, en palabras del marido de Lourdes. Por ello han participado de la manifestación que ha convocado la Asociación Atención Primaria Se Mueve junto a la plataforma de Pinto en Apoyo a la Atención Primaria este jueves en la Plaza del Ayuntamiento. Las reivindicaciones se dirigen directamente a la Dirección Asistencial Sur, administración que depende de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, porque es “buena conocedora de la precaria situación que sufre la localidad por la ausencia de médicos desde hace años y sigue sin dar respuestas eficaces a una situación que pone en peligro la salud de pacientes y médicos”, según señalan en el escrito de convocatoria.
Una de estas sanitarias ha decidido contar su testimonio de forma anónima. Es médico de familia del CS Parque Europa y lleva un mes de baja por ansiedad. Mantiene una conversación con elDiario.es tras salir del psicólogo “por cómo les han dejado”. Dice sentirse “maltratada por una administración que hace caso omiso a las propuestas de mejora” y preocupada por no poder estar trabajando cuando “hay gente que necesita nuestra atención de manera urgente”.
“El 29 de diciembre llegué a tener 87 pacientes citados. Ningún día bajamos de 50 cuando los acuerdos de huelga fueron de máximo 34 para poder dedicar por lo menos diez minutos a cada paciente. Los días que podía atender a todos los citados sentía que era un lujo, cuando no debería ser así. La situación es insostenible. Nadie puede trabajar en estas condiciones”, dice mientras muestra una agenda en la que se pueden ver el tiempo que ha estado con cada paciente, en ocasiones no superando ni siquiera el minuto de consulta.
“Desde ese momento y semana tras semana, he mandado por escrito a las diferentes administraciones y al servicio de prevención de riesgos laborales todo lo que estábamos viviendo: la presión asistencial que sufrimos, los pacientes que se nos quedaban pendientes al día, las horas de más que teníamos que hacer porque no nos daba tiempo a atender a todos o porque nos obligan a hacer una burocracia innecesaria… además de detallar cómo nos sentíamos física y anímicamente la plantilla en general. Nadie me hacía caso”, cuenta.
Esta doctora tuvo una fuerte crisis de ansiedad el 29 de febrero por haber atendido a más de 50 pacientes en siete horas, con 16 pacientes pendientes de valorar de los días previos en los que no había podido terminar su consulta, momento en el que tuvo que pedir la baja. Ella fue la primera y, desde entonces, casi todos sus compañeros médicos han caído, como fichas de dominó, pidiendo la baja “por ansiedad reactiva a la sobrecarga laboral que nos están imponiendo, algo que los enfermeros de este centro de atención primaria también están empezando a padecer”, según la sanitaria.
En ese momento, los compañeros decidieron poner una pizarra en el que informaban de que había menos médicos y que, por lo tanto, no podían garantizar una atención con normalidad. Una llamada de la Dirección Asistencial Sur hizo que desaparecieran. “Nos dijeron que dividiésemos el trabajo extra entre los que quedaban en plantilla –incluso entre los enfermeros que no se sienten capacitados para ciertos procesos– y que, si querían cobrar esas horas, que avisasen con antelación. Normalmente no avisábamos porque no queríamos acabar quemados por hacer horas de más todos los días, pero si nos íbamos siempre había gente que se quedaba sin atención… y eso no puede ser. Así hemos acabado todos, explotando”, sostiene la sanitaria pinteña.
Lo único que reivindican los sanitarios de Parque Europa es que no se les asignen más pacientes de los que pueden atender en el día ya que, si se tiene que dejar a vecinos en el camino, su ansiedad y agotamiento no les permite trabajar en condiciones: “Desde que entro hasta que salgo estoy viendo a pacientes sin parar y siempre se me quedan por ver. Íbamos tan rápido que no nos daba tiempo a leer bien los resultados de las analíticas, algo que nos ha hecho despistarnos en muchas ocasiones de niveles alterados o valores alarmantes en pacientes con problemas. Cuando les llamábamos para avisarles, nos decían que ya se habían operado de urgencias por algo relacionado”, cuenta esta médico mientras piensa preocupada en todos aquellos pacientes que no están recibiendo la atención necesaria en estos momentos.
“A pesar de que los médicos de este centro de salud hacíamos muchas horas extra para sentir que teníamos la atención más o menos controlada, la situación está desbordada porque hay pacientes con pluripatologías que llevan más de un año sin hacerse revisiones, vecinos de movilidad reducida con urgencias, por ejemplo, de dificultad respiratoria que cuando he podido ir a verles ya tenían un cuadro de ingreso urgente o enfermos en paliativos que no podemos ir a verles todo lo que necesitan. Esto no se puede consentir”, enumera con angustia la sanitaria.
Estos médicos defienden que están sometidos a una demanda imposible de atender, "aunque después la responsabilidad caiga sobre los ellos si metemos la pata a consecuencia del estrés”. Según esta médico de familia, la respuesta de la Dirección Asistencial Sur ante estas quejas es que “no están capacitados para resolver nada porque las agendas no se pueden limitar”, algo que considera una falta de respeto hacia su trabajo.
Desde AMYTS, sindicato mayoritario de médicos, han denunciado ante la Inspección de Trabajo “la situación crítica” del Centro de Salud Parque Europa de Pinto: “De media suelen ser seis y ocho por vacantes sin cubrir y bajas laborales. Nunca les han dado soluciones efectivas. Ante ello, en AMYTS hemos urgido a la Inspección de Trabajo a realizar las actuaciones correspondientes en este centro caído y más viendo que esta inacción de la Comunidad de Madrid ha provocado nuevas enfermedades laborales. Es urgente actuar. Recordamos que en la evaluación de riesgo realizada el año pasado ya se obtuvieron resultados de sobrecarga laboral como riesgo alto”, concluyen en este reclamo de actuaciones urgentes.