Málaga, la batalla que cambió la lógica de la Guerra Civil
En los primeros días de enero de 1937, las calles de Málaga anochecieron desnudas, sin apenas luces y deshilachadas. El miedo se apoderó de la población, que se encontraba en medio de los desplazamientos casi diarios de la aviación sublevada y sometida a la actuación de la Quinta Columna, la extensa red de simpatizantes de la causa nacional en territorio republicano y cuyos miembros realizaban desde labores de sabotaje hasta disparos indiscriminados contra los vecinos. El ambiente que se respiraba empezó a ser asfixiante. En las semanas previas, las principales ciudades andaluzas habían quedado sepultadas por el manto rebelde tras el levantamiento militar del 18 de julio del año anterior.]]>