Habló la familia de una oficial venezolana detenida por la Dgcim, incomunicada y apartada de sus dos bebés
Hoy, la primer teniente Karen Nayarit Gómez Gutiérrez cumplió un mes y 10 días detenida, sin que sus familiares ni abogado de confianza tengan acceso a ella. Nadie la ha visto. Nadie ha oído de ella desde entonces. Y ella no ha visto o abrazado a sus dos bebés menores de dos años; al más pequeño dejó de amamantarlo abruptamente desde que fue detenida el 22 de enero 2024, después que el fiscal Tarek William Saab Halabi anunció la Operación Brazalete Blanco. Hasta ese momento, la joven oficial tenía un mes acudiendo a los organismos preguntando por su esposo, coronel activo del Ejército, detenido el 15 de diciembre de 2023.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Ronald Gómez, hermano de Karen Nayarit, reconoció que el tema “es muy doloroso tanto para mí como para mi familia”. Lo único que ellos han logrado saber es que la joven madre está bajo custodia de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), supuestamente en uno de los inmundos sótanos de la sede central de Boleíta en Caracas, y que le impusieron un defensor público llamado Santos Rojas.
“Ella está secuestrada por el Gobierno venezolano desde que la llamaron el 22 de enero para asistir a una reunión en la sede de la ZODI (Zona Operativa de Defensa Integral) en Guatire, estado de Miranda. Dejó a mis sobrinos al cuidado de su vecina, pero nunca regresó”, dijo Gómez.
Agregó que la familia y amigos de la pareja de su hermana “también están destrozados ante esta desgracia y solo pensamos en sus hijos que, todos los días, preguntan por sus padres, agarran el teléfono de juguete para llamar a sus papás y eso nos parte el alma”.
“Mi hermana fue desaparecida por la DGCIM y el Gobierno venezolano. Llamo a eso desaparición porque no hemos tenido contacto de ningún tipo con ella. Solo supimos, por informaciones públicas, que el 23 de enero fue degradada de la Fuerza Armada, sin cumplir el ciclo de investigación, violándole todos los derechos”, continuó denunciando.
Para leer la nota completa, aquí