Guillem Gisbert: "Tras 15 años, en Manel tenía que correr el aire"
Cuando en 2021 apareció el epé de Manel L'amant malalta, todos sus fans pensaron que era el primer paso hacia una nueva colección de canciones del grupo de Barcelona, que a principios de la década anterior había propiciado una importantísima ola renovadora de un panorama musical que llevaba 20 años adormecido.
Pero pasaron los meses y los años y la banda ni publicó más canciones ni salió de gira, alimentando los rumores de un final de etapa y generando incertidumbre respecto a su futuro. Las incógnitas se despejaron cuando a finales de 2023 Guillem Gisbert, cantante y letrista principal de Manel, publicaba una primera canción en solitario: Les dues torres. El rey (Manel) había muerto: había que aclamar al nuevo rey (Guillem).
Aquel tema vino seguido de tres más hasta que finalmente el artista y su discográfica Ceràmiques Guzmán, que es la misma que editó todos los álbumes de Manel, anunciaron la llegada del primer disco en solitario. elDiario.es ha charlado con Guillem Gisbert para desvelar las claves de este trabajo, titulado Balla la masurca!
Aparece ahora con un disco en solitario mientras su antigua banda, Manel, tras asomar la cabeza en 2021 con un epé de tres canciones, parece haberse desvanecido. ¿Qué ha pasado?
Lo que ha pasado con Manel es que tras 15 años necesitábamos abrir las ventanas, ventilar el grupo; básicamente se trata de cuatro personas que llevaban 15 años trabajando juntas y que, además, empezaron a hacerlo en la veintena. Yo creo que tenía 27 cuando empezamos y Martí, que es el más joven de los cuatro, tendría 22 en ese momento. Entonces, gente que durante 15 años ha trabajado básicamente con otras tres caras delante termina llegando a la conclusión de que quizás conviene que corra algo de aire.
¿Cuándo comenzaron a torcerse las cosas en Manel?
El momento en el que empezamos a ver que posiblemente las cosas no iban del todo bien fue con la gira del disco Per la bona gent, que fue una gira que coincidió con la pandemia y nos agotó. Fue un tiempo un poco complicado para todos...
¿Es entonces cuando empieza a pensar en trabajar en solitario?
Entonces empecé a vislumbrar que tenia que hacerme una vida propia a nivel profesional y encontrar algo que me interesara más allá de Manel. Yo veía que me sentía cómodo componiendo canciones pero, claro, mi trabajo en Manel no era componer canciones solo, sino hacerlo junto con Arnau, Martí y Roger. Por tanto, debía inventarme un trabajo nuevo que era componer yo solo sin ellos. Esta ha sido la tarea a la que me he dedicado en el último año y medio. Tenía claro que, para mí, mi sitio en el mundo, de alguna manera, posiblemente sea escribir canciones; por tanto, debía encontrar la manera de poder hacerlo.
¿Pero Manel volverá?
Yo tengo la convicción de que Manel volverá a grabar discos y volveremos a dar conciertos, pero no sé decirte cuándo será eso. Ahora tocaba poner el stand by, dejar que las cosas reposen.
¿Qué diferencias podemos ver en Guillem Gispert respecto a Manel?
Las diferencias han sido enormes en el sentido de que yo, por ejemplo, he tenido que trabajar con diversos productores para hacer las canciones de Balla la masurca! Quiero decir que he tenido que ir a buscarlos, conocer gente nueva, ponerme a llamar por teléfono y seleccionar los que quería para cada canción. Para mí hacer este disco ha significado tener conversaciones sobre música con gente nueva; ha sido muy enriquecedor y me ha llevado a abrirme artísticamente, cosa que con Manel nunca hice del todo. Al final, los grupos de música tienden a ser muy cerrados, diría incluso que necesitan estar encerrados para que funcionen realmente bien. Balla la masurca! ha sido justo lo contrario: una época de estar abierto a que aparecieran otras personas por la parte artística.
¿También hay diferencia en las letras que escribe ahora?
Es un gran misterio; en un grupo de música, si todo va bien, no sabes demasiado quién hace qué, se hace todo para la banda. He escrito canciones teniendo en cuenta que me gustasen a mi y pensando en colaborar con otra gente, pero luego me doy cuenta de que tal vez también hubieran podido ser canciones que hubiesen encajado en Manel, aunque habría que saber qué hubieran pensado de ellas los otros tres miembros del grupo. En cualquier caso, creo que he creado canciones que tienen mi personalidad y que después he trabajado con la gente adecuada y eso me encaja bastante. De todos modos, no creo que las letras sean muy rupturistas en relación con las últimas cosas que ha hecho Manel.
Realmente no se ve una gran ruptura.
Ya te digo que no he pretendido hacer un gran cambio en relación con las canciones que yo hacía en Manel. No tengo la sensación de que haya sido algo rupturista. Al contrario, pienso que el cambio importante más bien ha sido para mí: era mucho más importante el cambio a nivel personal, la parte, que te comentaba antes, de incorporar a gente nueva a un proyecto; que mi rutina fuera diferente y no tener que encontrarme en la misma sala con los otros tres, como he hecho en los últimos años. Pero en la parte artística yo estaba cómodo con lo que veníamos haciendo hasta la fecha en Manel. Yo creo que nosotros, como Manel, hemos hecho muy buen trabajo y estoy orgulloso del resultado y por tanto en ese sentido no he hecho grandes cambios.
Trabaja en el disco con varios productores, al contrario de lo que sucedía en Manel, donde se pusieron en manos de un solo productor para todo el disco. ¿Quiere decir esto que Balla la masurca! es un disco donde usted manda complemente sobre el sonido además de las letras?
Hay productores que meten más la cuchara en la línea estilística de un disco y otros que respetan el trabajo de los artistas y lo que hacen es enriquecer el sonido ya creado. En el caso de Manel, el productor de los últimos trabajos, Jake Aron, era del segundo tipo; mejoraba el disco enriqueciendo la parte sonora pero desde la base musical creada por el grupo.
Por eso he vuelto a trabajar con él en algunos temas (Hauries hagut de venir y Empatía total), pero no en todas las canciones, que de hecho he repartido entre diversos productores por la sencilla razón de que no quería hacer un disco homogéneo. Ha sido una experiencia muy interesante tener que empezar yo solo a llamar los productores y proponer y decidir; era algo que con Manel nunca había hecho en solitario, ya que todo lo decidíamos juntos.
Pero no hay una razón de ostentar el poder total sobre el disco, más bien he intentado buscar el productor que le fuera mejor a cada tema, no darle el poder a un solo estilo. Por ejemplo, he trabajado en dos temas con Anxo Ferreira (ex Novedades Carminha), que produce también a Sen Senra, un artista que hace cosas muy diferentes a las mías, está más cercano al trap. Pero precisamente algunos de los efectos que Anxo utiliza con Sen Senra son los que yo buscaba para temas como Balla la masurca! y Waltzing Matilda. Para otros temas he buscado productores con un estilo más "dilaniano" (Les aventures del general Lluna) e incluso de tuna (Estudiantina), donde he querido hacer un homenaje particular al tema Luna de miel de Gloria Lasso.
Se diría que le ha salido un disco muy europeo en cuanto a los ritmos, que recuerdan desde el pop italiano al francés, tanto el clásico como el más actual, pero con matices, por así decirlo, de cierto pop anglosajón más atmosférico y tenso, como pudiera ser Walkabouts o Tindersticks. ¿Es una respuesta frente a la actual ola de pop de raíz latina que parece hoy en día hegemónica?
No hay ritmos latinos en el disco, es verdad. En cuanto al sabor europeo, yo creo que se ve muy claramente en El miracle de les planes, donde al cantar yo me pongo mentalmente en el lugar y la actitud de un cantautor italiano, me imagino así para interpretarla. En Les dues torres, en cambio, intento buscar una cierta sonoridad del piano de Fiona Apple, por ejemplo. En todo caso no hay una sola referencia estilística en el disco, cada canción tiene su estilo.
En la portada del disco aparece plantado y serio entre gente en movimiento, que parece bailar. ¿No es un decir "yo me planto" ante los sonidos imperantes?
Esa foto tiene su historia, no es de estudio sino que me la tomaron por sorpresa en la inauguración del bar Viu en el barrio de Gràcia. Por la cara que pongo yo creo que me fui del bar en menos de 30 segundos [risas]. Creo que muestra una falta de conexión total con el entorno, un estar en tu mundo muy propio de mí. Y precisamente la foto contrasta con el titulo del álbum, Balla la masurca!, que es totalmente irónico. Pero de ahí a plantarme con los ritmos actuales...
De todos modos su disco se antoja para adultos...
Es que está escrito por un tipo de 42 años, que ha evolucionado. No lo puedes comparar con la música que hacen grupos más juveniles porque la música para jóvenes y adolescentes es más enérgica, emocional, más de sentimiento y menos de cerebro. Tiene que haber de todo en la música, a mí me parece muy bien que haya ritmos latinos y letras con energía juvenil, cada uno debe hacer lo que siente.
En el disco también tiene un tema delicado a Rafael Azcona.
Sí, Un Home realitzat. Es una canción que está hecha a partir de una declaración que él le hizo en una entrevista en la SER a Juan Cruz en el año noventa y pico y que yo escuché en un podcast. Me encantó la declaración de Azcona y la transcribí entera. Entonces pensé: "A partir de ahí, a ver si puedo hacer una canción que esté protagonizada por este señor y que explique realmente esta declaración". Me interesó también desde un punto de vista metodológico: imagínate que ahora tú y yo estamos teniendo esta conversación y que dentro de 45 años alguien recupera tu entrevista y hace una obra artística en función de lo que contamos. Es como una especie de juego de espejos.
Precisamente presentó esta canción durante los premios Gaudí y no resultó como esperaba...
Lo de los Gaudí fue realmente desastroso, nada salió como se esperaba; yo en mi cabeza me imaginaba la actuación como perfecta y me llevé un chasco enorme. Pero no fue porque fuera acompañado solo de un piano como alguien dijo, sino porque programaron mi actuación al mismo tiempo que daban un descanso a los asistentes a la gala. Fue un desastre: yo cantando y la gente levantándose para ir al lavabo... Menudo bluf.
¿Le va a costar llevar sus temas al directo?
No lo creo; de todos modos estoy trabajando todavía en cómo hacerlo, empezamos la gira en mayo con fechas ya cerradas en Barcelona, Girona y luego Madrid para seguir en otras ciudades. Ahora bien, seguro que iré acompañado de una banda.