Aprender, desaprender e innovar: el legado de Alvin Toffer
“El conocimiento se convierte en obsoleto rápidamente. La educación debe enseñar a cómo aprender”.
Alvin Toffler (1928-2016)
En 1970, hace ya 54 años, estaba en prepa; recuerdo al profesor Carlos Martínez Lavín, uno de los mejores que he tenido. Un día, como solía hacer frecuentemente, nos comentó sobre un libro. Se trataba de El shock del futuro, un libro escrito por Alvin Toffler, un futurólogo y escritor estadounidense, que fue publicado por primera vez en 1970. Toffler es conocido por haber explorado las implicaciones sociales, económicas y culturales del cambio tecnológico y la evolución de la sociedad industrial hacia lo que él llama una “sociedad post-industrial” o una “sociedad del conocimiento”.
En El shock del futuro, Toffler analiza cómo la aceleración del cambio tecnológico estaba transformando la vida humana y la sociedad. Argumenta que estamos experimentando un “shock” debido a la rapidez con la que cambian nuestras estructuras sociales y económicas, y que este shock está generando confusión y ansiedad en muchas personas.
Toffler introduce el concepto de “shock del futuro” para describir el estrés y la desorientación que experimentan las personas cuando se enfrentan a un cambio radical y rápido en su entorno. También explora cómo las instituciones sociales como la familia, la educación y el trabajo están siendo afectadas por este cambio y cómo necesitan adaptarse para sobrevivir en un mundo en evolución.
El libro de Toffler ha sido influyente en muchos campos, incluidos los estudios sobre el cambio social, la tecnología y la gestión empresarial. Su análisis y predicciones sobre la sociedad y la tecnología han generado debate y reflexión sobre cómo podemos prepararnos para un futuro cada vez más cambiante e incierto. A mí lo que más me sorprendió fueron dos comentarios de mi profesor:
El primero. Toffler afirmaba que en el futuro habría computadoras en cada casa. Algo realmente nada, pero nada creíble. Teníamos entonces una computadora en la escuela: era una IBM 360, una gran computadora, muy revolucionaria que nos la había donado Banamex y que se programaba con tarjetas de cartón de 80 columnas. Tenía un precio de 250,000 dólares, en 1970, equivalente, más o menos, a un millón 987 mil dólares de 2024. Francamente era impensable que hubiera una computadora en cada casa. Sin embargo, Toffler tenía razón y ya no sólo hay computadoras sino que cualquier teléfono inteligente tiene mayor poder de procesamiento que las legendarias IBM 360. Y los traemos en el bolsillo, además cuestan una fracción de lo que costaba la IBM 360.
El segundo. Toffler afirmaba que los analfabetas del futuro no serían los que nos saben aprender; sino los que no saben desaprender, y es que aprender a desaprender e innovar son conceptos que funcionan como los “bloques” con que los que se construyen las empresas, cara a las nuevas realidades.
Aprender, desaprender e innovar son procesos interrelacionados que pueden ser fundamentales para el crecimiento personal, profesional y organizacional. Aquí una descripción de cada uno:
• Aprender. El aprendizaje es el proceso de adquirir conocimientos, habilidades, actitudes y comprensión sobre un tema o una disciplina. Puedes aprender de diversas maneras, incluyendo la educación formal, la experiencia práctica, la investigación, la observación y la interacción con otros. Para aprender eficazmente, es importante mantener una mente abierta y estar dispuesto a explorar nuevas ideas.
• Desaprender. Implica dejar de lado creencias, hábitos, o conocimientos que pueden ser obsoletos, limitantes o contraproducentes. A menudo, desaprender es tan importante que aprender, ya que nos permite liberarnos de viejas ideas o enfoques que ya no son relevantes o útiles. Desaprender puede ser desafiante, ya que a menudo implica cuestionar nuestras suposiciones.
• Innovar. La innovación implica crear algo nuevo o introducir cambios significativos en productos, servicios, procesos o modelos de negocio. Puede surgir a partir de nuevas ideas, enfoques o tecnologías, y puede tener un impacto positivo en la sociedad, la economía y la cultura. La capacidad de innovar es esencial para adaptarse a un entorno cambiante, resolver problemas complejos y mantener la relevancia en un mundo en constante evolución.
Para aprender, desaprender e innovar de manera efectiva es importante mantener una mentalidad de crecimiento, estar dispuesto a experimentar y estar abierto a nuevas perspectivas y retroalimentación. También es útil rodearse de personas que fomenten la creatividad, la curiosidad y el pensamiento crítico.