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Февраль
2024

Tormenta perfecta

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Abc.es 

Pese al esfuerzo de la teniente fiscal por evitarlo, el Tribunal Supremo ha seguido el criterio ampliamente mayoritario de los fiscales de la Sala Segunda y ha decidido asumir la causa por terrorismo contra Carles Puigdemont y Rubén Wagensberg, diputado autonómico actualmente fugado. El auto de los cinco magistrados que han tomado esta decisión no ofrece fisuras sobre los indicios para calificar como terroristas los actos de Tsunami Democràtic en el aeropuerto de El Prat y como inductor –«hombre de atrás», lo llaman– al prófugo Puigdemont. Son, por tanto, dos juicios de extraordinario calado jurídico y de no menor proyección política. La Sala Segunda se ha movido en el terreno indiciario, porque no hay otra opción al inicio de una causa penal, pero los indicios recabados por el juez García-Castellón son tan sólidos que los magistrados no albergan dudas: ni de que los hechos encajan en el delito de terrorismo ni de que Puigdemont aparece como dirigente del Tsunami Democràtic. A partir de ahora, vendrán las diligencias, que serán ordenadas por la instructora designada para este caso, empezando por la citación de los huidos de la Justicia para ser oídos. Y como seguirán siendo prófugos, habrá nuevas órdenes de detención nacional, europea e internacional contra Puigdemont y contra Wagensberg. Con las cautelas que todo proceso penal exige, lo cierto es que la situación procesal del expresidente catalán se complica enormemente, porque al procesamiento por desobediencia y malversación se suma ahora la investigación por terrorismo. Una noticia que, por cierto, llega cuando el tiempo de negociación de la amnistía comienza a agotarse. Deambular por la Unión Europea con ambos delitos como tarjeta de presentación es un estigma para Puigdemont, pero también para quien ha querido ser su mentor, Pedro Sánchez. Todo se le está viniendo abajo al presidente del Gobierno, inmerso en la tormenta perfecta de sus peores apuestas, zarandeado por la quiebra de los cimientos en los que apoyó su investidura. Uno de sus aliados parlamentarios es un fugado de la Justicia, procesado por corrupto e investigado por terrorista. La Unión Europea rechaza la amnistía de la malversación y del terrorismo. Su ley de amnistía será, por tanto, repudiada en Bruselas, aunque no hace falta llegar a ese juicio europeo para que Sánchez tenga hoy, sin más dilación, su veredicto político y ético. A partir de estas premisas, el futuro para el presidente no es un escenario demasiado prometedor. La corrupción que afecta a José Luis Ábalos y su asesor Koldo llama a las puertas de La Moncloa y circula por su Consejo de Ministros y la presidencia del Congreso de los Diputados. La Justicia no se doblega, la prensa no se calla y las urnas en Galicia volvieron a dar prueba de la inestabilidad a la que Sánchez parece haber condenado a su partido. En apenas cien días de Gobierno, el empeño por intentar conservar La Moncloa siendo la segunda fuerza más votada está convirtiendo esta legislatura en un calvario. La Justicia debe, ahora, funcionar con absoluta independencia y la autonomía demostrada por los fiscales y por los jueces de la Sala Segunda del TS debe servir para insuflar plena confianza en nuestras instituciones. Frente a los abusos del poder político y al intercambio de privilegios, el Poder Judicial vuelve a exhibirse como el mejor custodio de las garantías democráticas, preservando la igualdad de todos los ciudadanos y exigiendo el cumplimiento de unas normas que son y deben ser las mismas para todos.