Punto Fijo, capital económica de Paraguaná con 54 años de vida municipal y muchas promesas incumplidas

 

Punto Fijo es la ciudad de la Península de Paraguaná, donde los americanos vieron un gran potencial tras la construcción de las refinerías Amuay y Cardón, que juntas forman parte del Complejo Refinador de Paraguaná y llegó a ser una de las más importantes de Latinoamericana.

Por Irene Revilla /  Corresponsalía lapatilla.com

Punto Fijo cumple este 27 de febrero 54 años de vida municipal, luego de ser conocida como el caserío más grande del mundo, con el empuje y la visita de muchos americanos y europeos.

Punto Fijo se consolidó como una ciudad con grandes avenidas, casas al estilo americano y europeo, además de un sinfín de oportunidades que fueron creciendo a lo largo de estos 54 años.

También es conocida como la “Ciudad del Viento”, debido a sus fuertes vientos secos. Predomina el sol y las altas temperaturas casi todo el año. Tiene un clima seco y hay una gran variedad de flora y fauna, únicas en la región, como la tarántula azul que cada año llena de telaraña el majestuoso parque Guaranao, donde también llegan aves migratorias de varias partes del mundo.

 

 

Pese a la importancia ambiental, turística y comercial que la convirtió en una de las ciudades más visitadas en los años 2000, debido al impulso que le dio la Zona Libre, Punto Fijo se muestra triste, desolada y con un enorme número de problemas que, aunque las autoridades han prometido resolver, no se han cumplido.

Punto Fijo, que es una ciudad turística, rodeada de playas e historias, sus habitantes han soñado con tener agua por tuberías al menos dos veces a la semana, pero la mejor noticia que ha llegado es que se le suministra una vez al mes.

También tienen muchos problemas eléctricos ante la falta de mantenimiento de sus diferentes áreas, situación que deja a la ciudad sin luz por largas horas y varias veces a la semana.

El comercio pujante y atractivo que recibió turistas de todo el país, ya no existe porque los precios no son competitivos con otras zonas de Venezuela.

Además, el comercio local está asfixiado con los impuestos municipales y cobros excesivos, por ejemplo del relleno sanitario.

 

 

“Eso viene en el recibo, un cobro de relleno sanitario que no sabemos para dónde va y es excesivo, más todos los impuestos municipales y regionales. Parece que es mejor trabajar por redes sociales y vender online. nos están asfixiando”, dijo Omar Gutiérrez, encargado de una venta de hortalizas.

Puntofíjenses piden mejores de servicios públicos

 

 

Agua, electricidad y las carreteras en buen estado es una petición a gritos de los habitantes de Punto Fijo, donde los tres servicios están en pésimas condiciones.

María José Cuauro, habitante de la ciudad, dijo que los apagones y las fallas eléctricas son diarias, lo que daña los aparatos y en algunas comunidades ni siquiera tienen transformador, porque se quemaron y Corpoelec quiere que la comunidad los compre.

“Vivimos muchas calamidades con el servicio eléctrico en Punto Fijo. Son incontables los bajones y los daños de nuestras cosas. Ya yo perdí tres aires y una nevera, nadie me va a responder por eso. Sin contar que el agua llega una vez al mes y uno tiene que almacenar todo lo que pueda para poder tener. Sin embargo, uno termina comprando porque el agua es una necesidad. Hidrofalcón ahora vende agua por camiones cisternas y en botellones, pero no han mejorado el servicio para que por lo menos tengamos agua dos veces a la semana”.

Por su parte, Carmen Sánchez, habitante de Carirubana pide para Punto Fijo mejoras de los servicios públicos. “Si mejoran la luz, el agua, las carreteras, se pinta y se alumbra todo, aquí se abre paso al turismo. A la gente le gusta trabajar, nosotros somos gente trabajadora, pero en las condiciones que vivimos es difícil salir adelante, necesitamos que el gobierno haga su trabajo”, expresó.

Punto Fijo tiene una gran historia y ha sido visitada por gobernantes nacionales que han prometido convertirla en una gran ciudad. Lamentablemente, las palabras se las ha llevado el fuerte viento característico de la zona, mientras sus habitantes buscan sobrevivir ante tanta desidia.