Planas se vuelve a reunir con las organizaciones agrarias este miércoles tras su cita en Bruselas y la tractorada en Madrid
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha convocado una nueva reunión a las 11:00h de este miércoles con las organizaciones profesionales agrarias Asaja, COAG y UPA, dos días después de la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE y con las protestas del campo aún provocando importantes cortes e incidentes en algunos puntos de España, entre ellos, Gerona.
Este martes, agricultores catalanes convocados por el sindicato Unió de Pagesos han bloqueado la principal vía de conexión por carretera entre España y Francia, la autopista AP-7 a la altura de Pontós (Gerona) y han vaciado la carga de algunos camiones que transportaban frutas y verduras procedentes de Marruecos. No obstante, han contactado con el Banco de Alimentos para evitar que se desperdicie todo ese material.
El bloqueo, convocado a las 8:00h de este martes pero que se adelantó poco después de la medianoche, se prolongará inicialmente hasta este próximo miércoles, aunque algunos manifestantes abogan por que se prolongue hasta que las administraciones acepten las peticiones de los manifestantes. Los cortes se extienden a otras carreteras de Gerona y Lérida y Asaja, COAG y UPA han convocado para este martes una tractora en Córdoba, la última de su calendario de protestas del mes de febrero tras la gran manifestación de ayer, en Madrid.
Este lunes más de un centenar de tractores y 5.000 manifestantes, según datos de la Delegación de Gobierno en Madrid, protestaron en el centro de Madrid coincidiendo con la reunión de los ministros del ramo en Bruselas, donde el campo también colapsó el barrio belga con sus tractores. En el encuentro, el titular español, Luis Planas pidió a la Comisión Europea que “acelere” algunas propuestas para poder llegar a un acuerdo antes de que termine esta legislatura que finalizará con las elecciones europeas del mes de junio.
Todo apunta a que Planas informará a Asaja, COAG y UPA sobre los avances conseguidos en la UE y entrará en los detalles de su plan de choque de 18 medidas para el campo, entre ellas el aumento de los controles a la Ley de la Cadena Alimentaria y la voluntariedad del cuaderno digital, que por ahora no ha servido para aplacar las protestas.
A la reunión no ha sido convocada Unión de Uniones, que el pasado 21 de febrero consiguió congregar a 4.000 manifestantes y 500 tractores en Madrid. La organización considera que ni Bruselas ni Planas toman en serio al campo europeo tras el resultado del Consejo de Ministros europeos del ramo celebrado este lunes. Señala que Planas ha regresado de este encuentro "sin conseguir nada" y le pasa la "patata caliente" a la UE cuando él puede aplicar otras muchas mejoras a nivel nacional.
Según fuentes del Ministerio de Agricultura, el documento presentado por el Ejecutivo comunitario este lunes recoge buena parte de las demandas españolas entre las que se encuentran, además la cobertura mínima de suelo en los períodos más sensibles; la rotación en tierras de cultivo excepto en cultivos bajo agua, el porcentaje mínimo de la superficie agrícola dedicada a superficies o elementos no productivos incluido el barbecho, el mantenimiento de los elementos del paisaje y la prohibición de cortar setos y árboles durante la época de reproducción y cría de aves.
La Comisión Europea también ha propuesto reducir un 50% de las inspecciones que deben afrontar los agricultores por parte de las administraciones nacionales, sustituir estas visitas presenciales a sus explotaciones por mejoras en el sistema de vigilancia por satélite europeo Copernicus, flexibilizar la interpretación de fuerza mayor en la PAC teniendo el contexto de sequía y guerra, retirar la iniciativa para reducir los pesticidas al 50% de aquí a 2030, flexibilizar el uso del barbecho y proteger a algunos productos frente a las importaciones procedentes de Ucrania.
No obstante, una de las asignaturas pendientes y principales reivindicaciones del campo sigue siendo que los productos provenientes de países fuera del bloque comunitario tengan que respetar las mismas normas medioambientales y fitosanitarias que los que se producen dentro de las fronteras europeas, las llamadas "cláusulas espejo".