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Февраль
2024

Escritor Carlos Fonseca ganó el Premio Anne Seghers: ‘Necesitamos autores que vayan contra lo ya dicho’

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Desde hace un buen tiempo, el nombre de Carlos Fonseca, autor costarricense-puertorriqueño, ha quedado registrado en las páginas de la literatura internacional. El pasado 6 de febrero, su destacado recorrido cultural se reafirmó con la obtención del Premio Anne Seghers, un reconocimiento e incentivo importante para su carrera.

El Premio Anna Seghers es un galardón literario otorgado en Alemania según las disposiciones testamentarias de la escritora, quien estableció que los ingresos de sus obras debían destinarse a fomentar a autores jóvenes. Este reconocimiento se entrega anualmente a un escritor alemán y a uno latinoamericano.

Desde 1986 hasta 1994, la Academia de las Artes de Berlín fue responsable de la entrega, y posteriormente, la Fundación Anna Seghers se hizo cargo. Este año, además del costarricense, se reconoció al alemán Johannes Herwig, cada uno con una dotación de 12.500 euros (cerca de ₡7 millones).

Fonseca, aplaudido por sus novelas Coronel lágrimas, Museo animal y Austral, así como por el libro de ensayos La lucidez del Miope, comparte sus impresiones y alegrías a la luz de este premio.

—La pregunta de rigor: ¿qué significa para usted el premio Anna Seghers?

—Ha significado una gran alegría, totalmente inesperada. Me alegra compartir este premio con escritores que admiro y que lo han ganado antes, como Cristina Rivera Garza, Lina Meruane, Alia Trabucco y Hernán Ronsino. Por otro lado, me siento feliz al escribir sobre un fenómeno que hoy se vuelve fundamental: la migración y el desplazamiento.

—Usted tiene 37 años, es un autor joven con gran suceso. ¿En qué momento de madurez creativa lo topa este reconocimiento?

—Creo que me topa precisamente en un momento de transición. Entre ser un autor “joven” que poco a poco dejar de serlo. Creo que ahora estoy más consciente de lo que me gustaría hacer y de los desafíos que me gustaría afrontar en las próximas novelas. Siento que es el momento preciso para intentar cosas nuevas y ponerme nuevos retos. Por otra parte, los premios no deben crear un falso sentido de confianza: hay que afrontar cada novela como si uno fuese autor inédito, con la misma pasión.

—¿En qué autores, temas, estilos y matices se encuentra interesado en este momento creativo de su vida?

—A veces me gusta pensar que la literatura consiste en perderse en el laberinto, meterse en callejones sin salida y luego averiguar cómo salir con gracia. Creo que ahora mismo siento atracción hacia ciertas tradiciones que, por distintas razones, me ayudan a navegar el laberinto que he ido trazando.

”Me interesa la relación entre la ficción y el arte contemporáneo, me interesa cada vez más la cultura popular y me interesa trabajar con monólogos. Me interesa explorar también la literatura como un espacio en dónde se puede explorar el ser humano como ser contradictorio”.

—Como nombre relevante de la literatura en español, ¿qué le gusta leer cuando se encuentra con una persona autora que escribe en este idioma? ¿Qué temas o estilos le parecen refrescantes o necesarios para el panorama literario?

—Creo que como autor uno siempre busca el fulgor de un estilo. Más que una historia, uno busca textos que lo hagan a uno detenerse y decir: aquí hay algo distinto. Voces potentes, voces únicas. En ese sentido, la literatura es un poco como el fútbol. Uno busca la gracia y la sorpresa, el talento.

”Creo que necesitamos autores que se atrevan a ir en contra de lo ya dicho, en contra de lo que ya sabemos funciona. Autores que se atrevan a hacer otras cosas, aunque al principio fracasen. No se puede entrar a la literatura con miedo, como no se puede ir al regate con cautela”.

—¿A qué aspira personalmente en este momento de su vida como escritor? ¿Qué le gustaría escribir?

—Aspiro a algo muy sencillo: producir un libro que emocionalmente toque a ciertos lectores. Me acerco acá un poco a lo cursi, pero creo que es cierto para mí en este momento. A veces se me ha tildado como un autor intelectual, pero me gustaría algún día poder demostrar que en mis libros lo intelectual va de la mano de la emoción.

—En Costa Rica se le admira por ser todo un caso de éxito. ¿Cómo describiría su relación con los lectores y autores costarricenses que siguen de cerca su trabajo?

—Siempre he dicho que, de lo más bonito que me ha dado escribir estos libros, ha sido poder regresar a través de ellos a Costa Rica. Luego de tantos años fuera, escribir sobre Costa Rica y leer literatura costarricense ha sido mi manera de permanecer en el país. Debo añadir que los lectores y colegas escritores ticos han sido muy generosos conmigo. Estoy enormemente agradecido y feliz.

—Basado en su experiencia, ¿qué reflexión le daría a un joven autor de una región como Centroamérica para inspirarlo a crear y escribir?

—Le daría el mismo consejo que Borges dio hace ya mucho: “Nuestro patrimonio es el Universo.” Y no lo digo en el sentido de que hay que aspirar a los temas universales. No. Lo digo en el sentido de que hay que entender que nuestros temas, los temas centroamericanos, son de por sí fundamentales. No podemos dejar que el mercado nos haga sentir marginales o secundarios. Somos centrales para la literatura latinoamericana, como nuestra tradición dicta.

Puede conseguir los libros de Carlos Fonseca en las distintas sedes de la Librería Internacional.