¿Qué es un preso-sombra? Esta era la labor del compañero de celda que ha asesinado el autor del crimen de Morata de Tajuña
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Ángel V. A . 40 años. Búlgaro. Cumplía prisión preventiva por malos tratos a su pareja en la madrileña cárcel de Estremera. Lo hacía en el módulo 12, el de preventivos conflictivos. Concretamente, en la misma celda que Dilawar Hussein, alias 'El Negro' , autor confeso del triple crimen de Morata de Tajuña (Madrid). No había indicios de que la relación entre ambos hombres fuese mala (ningún registro de partes por conductas agresivas ni altercados), pero tampoco debía ser buena del todo. Más aún cuando este jueves Hussein asesinaba a golpes a su compañero de celda, según él mismo anunció . Sin embargo, Ángel no era un preso-sombra «oficial». Si bien es cierto que los dos hombres estaban en el módulo de preventivos, estaban aún por clasificar. Era el que le vigilaba , porque necesitaba una formación que no tenía, había sido elegido -no se sabe si voluntaria o por designación- porque llevaba más tiempo. Los presos-sombra son personas que realizan tareas de apoyo, escucha, orientación, atención o seguimiento a aquellas personas que han entrado recientemente en prisión o que se encuentran en riesgo de suicidio, dentro de un programa de prevención de este tipo de acciones. Noticia Relacionada «He matado a mi compañero» estandar No El autor del crimen de Morata asesina al preso con el que compartía celda Aitor Santos Moya y Carlos Hidalgo «Están especialmente seleccionados y entrenados para acompañar a los presos», dice la Fundación Obra Mercedaria. La orden se encarga de atender a las personas «que necesitan acompañamiento en el proceso de transición de la prisión a la comunidad». Los presos-sombra son elegidos por un equipo técnico formado por diferentes perfiles profesionales, como psicólogos y médicos. Actividad no remunerada sin reducciones de condena El trabajo de estas personas es una actividad voluntaria –por tanto, no está remunerada–, y conlleva ocupación 24 horas. Sus funciones pueden ser llevadas a cabo por un solo preso o por varios al mismo tiempo, según fuentes penitenciarias que cita la Fundación Obra Mercedaria. Las actividades de estos presos-sombra son acompañar a los reclusos, a los que vigilan durante todo el día y la noche, compartir celda con ellos y asistir a actividades colectivas, así como estar con ellos en momentos sensibles o realizar observación preventiva de otros módulos. Estas funciones, expresa la Obra Mercedaria, no les proporcionan beneficios ni reducciones de condena . Sin embargo, cuando se revisa su expediente, esta colaboración sí que puede ayudarles a la hora de conseguir permisos o salidas programadas. Para ser preso-sombra, desde Instituciones Penitenciarias fijan una serie de requisitos, entre los que se encuentra no ser consumidor de drogas ni tener sanciones. Además, tampoco pueden tener antecedentes por autolesiones o enfermedades mentales graves y deben tener una adecuada capacitación, actitud y motivación. Este tipo de reclusos de acompañamiento voluntario deben encontrarse en situación «estable» y no tener ningún traslado de centro penitenciario previsto.