Inscripciones árabes de la Alhambra: los epígrafes
La Alhambra no fue obra de un monarca ni empresa de unos cuantos sultanes. Hasta convertirse en el Conjunto Histórico que hoy admiramos, el conjunto monumental tuvo que pasar por un largo proceso cuyos inicios se remontan a 1237, cuando Muhammad I (1232-1273), el fundador de la dinastía nazarí, llegó a Granada dispuesto a hacer de la Alhambra la capital de un reino que echaba entonces a andar.]]>