La 1 pone a bailar a Sabrina Salerno y otras celebridades en 'Baila como puedas'

Los espectadores no solo quieren ver a concursantes cocinando, cantando o sobreviviendo. También quieren verlos moviendo el esqueleto. Y así, La 1, como ha hecho Telecinco con 'Bailando con las estrellas', se lanza a la piscina con la esperanza de volver a repetir el éxito de formatos como 'Mira quién baila'. Así, la cadena pública anuncia la llegada de 'Baila como puedas', un programa para mover a todos en casa y que en esta inercia de recordar viejos formatos trae de vuelta a Anne Igartiburu, una veterana en el formato, para presentar el concurso. Noticia Relacionada estandar No Los espectaculares 55 años de Sabrina, la sex-symbol italiana que marcó a toda una generación y enfureció al feminismo Nacho Serrano Ahora compagina su faceta empresarial con su carrera musical, que la traerá a España de nuevo en abril En él, ocho celebridades tendrán que elegir a uno de los 16 bailarines profesionales para ser instruidos por los mismos durante una semana. Las parejas presentarán la pieza delante de un jurado formado por Beatriz Luengo, Rafa Méndez, Norma Duval y Yolanda Ramos, y de su valoración dependerá la continuación o no de los bailarines profesionales. «Nos esforzamos más que si fuéramos nosotros los que nos jugáramos el puesto», indica Ana Guerra. Uno de los fichajes que más sorprenderá es Sabrina Salerno, que reconoce olvidar la cámara cuando está en el programa. «Es un show increíble. Aquí ves si el concursante es bueno o malo de verdad», asegura a ABC. La cantante italiana es consciente de la dificultad que supone enfrentarse a este reto en español. «Mezclo tres idiomas, acabo reventada. Lo que me ha pasado en Madrid en este mes no me ha pasado en 10 años», añade. Quien coordina «regulín» pero ha aprendido mucho es Colate Vallejo-Nágera; Lydia Lozano pide solo una cosa después del rodaje: «Cama y manta eléctrica». Esto de «la fama cuesta» que predicaban en la serie de 'Fama' es para los profesionales del programa una realidad. «Siempre somos 'los bailarines de' o 'el cuerpo de baile para'. La oportunidad de brillar siendo un anónimo es brutal, pero enseñar a alguien desde cero para mantenerse en el concurso es muy complicado», indica un bailarín.