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Февраль
2024

Los forestales, a la busca de orugas por 65.000 hectáreas de pinares madrileños

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Abc.es 
Dar un paseo por el campo madrileño puede ser una actividad muy placentera, o convertirse en una auténtica pesadilla si se atraviesa una zona en que haya abundancia de orugas. L a procesionaria del pino ha empezado a dejarse notar, y este año parece que viene con mucha fuerza, dadas las condiciones meteorológicas casi primaverales que se han producido durante buena parte de enero. Los agentes forestales ya están comenzando a supervisar la situación en 65.000 hectáreas de pinares. En la última semana, la alerta ha saltado en varios puntos de la geografía madrileña. Y también en la sierra: la procesionaria del pino ha adelantado su presencia debido a la falta de frío, como han podido comprobar muchos madrileños cuando han salido a pasar el día a la montaña, practicar senderismo o algún otro deporte al aire libre. Según los datos de que dispone la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Carlos Novillo, hay zonas especialmente afectadas por la presencia de estos insectos, como el piedemonte de la sierra de Guadarrama, o la zona del este y sureste madrileño. Noticia Relacionada estandar No Alerta canina: la plaga de procesionarias que puede matar a tu perro llega antes de tiempo Carmen Aniorte Con este invierno tan cálido las temidas orugas procesionarias comienzan a amenazar aunque no sea primavera. Por culpa de ellas un tranquilo paseo puede convertirse, en algunos de los casos, en una lucha por salvarle la vida Por este motivo, y dadas las nefastas consecuencias que puede tener el contacto con esta procesionaria del pino, se ha encargado al Cuerpo de Agentes Forestales autonómico (CAF) que revise y evalúe la presencia de esta especie, para controlar su propagación. De sus primeras labores de vigilancia ya han extraído conclusiones: han visto este año más bolsones en zonas altas de 'Pinus sylvestris', lo que achacan a la ausencia de bajas temperaturas este invierno. Los agentes forestales cumplimentan unas fichas donde señalan la situación de estos grupos de insectos en una zona delimitada, y comprueban si es conveniente tomar medidas como la aplicación de insecticidas, la instalación de trampas de feromonas u otras acciones para hacerlas desaparecer. Consejos y recomendaciones No tocar Se aconseja evitar cualquier contacto con los nidos y con las orugas, ya que sus pelos urticantes , que incluso pueden ser trasladados por el viento, provocan reacciones alérgicas en la piel. No pasear bajo pinos Hay que evitar pasear bajo los pinos afectados. Si se hace, se aconseja cubrir la mayor parte del cuerpo, llevar gorra y gafas, y no frotarse los ojos. Llevar a los niños de la mano para evitar que las toquen. Mascotas Es muy peligroso que entren en contacto con estos insectos, y especialmente que las ingieran, ya que pueden causarles graves daños. Si sucede, hay que buscar ayuda veterinaria Los expertos señalan que la procesionaria del pino ha experimentado un incremento importante de su población en los últimos años por los otoños cálidos y secos, que le resultan muy favorables. Estos insectos son capaces de producir graves daños en las masas forestales, porque propician la aparición de otras plagas, y disminuyen el vigor del arbolado, al que convierten en más sensible a los incendios. Son perjudiciales para la salud de los humanos, pues su contacto resulta altamente urticante, y también para las de de los animales de compañía, como perros, que pueden sufrir daños severos en la lengua, y en ocasiones incluso la muerte, cuando se encuentran con las procesiones de orugas en entornos urbanos, como parques y jardines. Estas larvas habitan en bolsones ubicados en los pinos, de cuyas hojas se alimentan. Durante los meses de invierno y el comienzo de la primavera, nacen y empiezan a verse los primeros nidos en los extremos de las ramas. Cuando las condiciones climatológicas son favorables, bajan al suelo para enterrarse formando una especie de procesión, de ahí el origen del nombre. En verano, culminarán la metamorfosis al convertirse en mariposas y reproducirse.