Regresará teatro escolar
Entre los bandazos y tumbos que han dado las políticas culturales en este sexenio, uno de los más dolorosos que afectó al teatro nacional fue la desaparición del Programa Nacional de Teatro Escolar; inexplicablemente, sin haber sido defendido rabiosamente por la comunidad artística cada vez más apática y cobarde. Amén de ser una fuente de trabajo para el muy precarizado gremio teatral de los estados de la República, representaba el Programa Nacional de Teatro Escolar una de las metas más nobles de la interseccionalidad entre cultura y educación en este país: propiciar que los estudiantes de preescolar, primaria e incluso secundaria pudiesen tener acceso —la inmensa mayoría— por primera vez en su vida a una representación teatral.Durante décadas el Programa Nacional de Teatro Escolar fue creciendo de ocho o 12 estados atendidos a finalmente tener cobertura en las 32 entidades para lograr una cobertura realmemente nacional, atendiendo al año a cerca de dos millones de niños. Con repertorios que van de los clásicos hasta las noveles escrituras de dramaturgos, incluso muy jóvenes, abrió la posibilidad de involucrar al estudiantado en los procesos de renovación del teatro mexicano, un arte escénico potente que comprendió que en los textos para las infancias podía aportar emocionantes posibilidades a los más pequeños para que vivan una experiencia extra académica divertida y potente.Recientemente el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, del que ha dependido históricamente este programa, anunció que se reincorporará con nuevo presupuesto y con el total de la cobertura a todo el país. Aún no sale la convocatoria pero tendría que suceder en las próximas semanas porque se pretende que dentro de este ciclo escolar, ya iniciado, se implemente tanto en las modalidades de escuela al teatro tanto como de teatro a la escuela. Es una estupenda noticia que debemos celebrar aunque sea como colofón de un pésimo sexenio para la cultura. TraspunteDescentralizarla escenaSi bien en el pasado el Programa Nacional de Teatro Escolar se ha llevado a caboprioritariamente en las grandes capitales estatales, sería increíble que se hiciese un esfuerzo descentralizador con un poco más de presupuesto para que las obras viajen a municipios y poblaciones, principalmente las indígenas y afrodescendientes.