Niños, estudiantes, enfermos y un 'Ángel': las víctimas del accidente de autobús en Sinaloa
Desde su inicio, la historia del camionazo en Sinaloase ha envuelto en historias que parecieran increíbles: desde la mala fortuna de encontrarse al tráiler accidentado y bloqueando la carretera hasta las muy particulares historias de sus pasajeros que MILENIOha recopilado.José Alfredo Jiménez Baez, pasajero del 502, narró que la llanta camión se ponchó en Zapopan, lo cual provocó un retraso y esto ocasionara que el chofer condujera a contrarreloj; un exceso de velocidad sumado a los múltiples factores de la tragedia con 22 muertos confirmadas.Maxine Ximena Gaxiola Guarneros, de 21 años, venía de Guadalajara en el camión 502 a pasar unos días con los suyos, era su despedida, pues viajaría de intercambio al extrajero para realizar una investigación en Múnich, Alemania.Familiares, amigos y personas que la querían le dedicaron una misa en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de la colonia Americana, en Los Mochis, Sinaloa.Hoy, el salón de clases 1° E de la escuela Secundaria Técnica 92 tiene una silla vacía y un pupitre lleno de flores, globos y veladores, en honor y memoria del compañero faltante. Esa es la historia de El Chino, Jorge Corvera, el niño beisbolista que formaba parte del Club Tomateros de Culiacán infantil, también pasajero del 502.“Era mi alumno, un alumno muy dinámico, todos lo conocían por que participaba en todos los eventos con todos los demás, era muy activo, todo el grupo esta consternado y le tienen su espacio en recuerdo y memoria de él” recuerda Clara Pérez, una de sus maestras.Otra de las historias es la de Aaron López, un joven de 14 años de edad, que regresaba junto con su padre de un tratamiento médico de seguimiento, pues en 2016 fue receptor de un trasplante de hígado.El menor se encontraba intubado en el área de terapia intensiva del Hospital Pediátrico de Culiacán, con un diagnóstico delicado por quemaduras de segundo grado en manos y cara. Fue necesaria una operación conjunta con Shiners internacional e instituciones municipales y estatales para trasladarlo al aeropuerto de Culiacán y de ahí a Sacramento, California, donde será atendido por especialistas. Un hombre, al que le llaman Ángel, fue pieza clave para que se pudieran salvar vidas. José Alfredo Jiménez Baez recordó que, durante la tragedia —con el autobús incendiándose, un hombre que dijo venía de Guadalajara a comprar un carro en Los Mochis— logró quebrar la primera ventana, la primera salida de escape que tuvieron los sobrevivientes, sin embargo, se dice que este hombre resulto ileso y a la llegada de los cuerpos de auxilio se retiro del lugar, nadie sabe quién era esa persona.A las historias de ángeles que salvaron vidas se suma la de dos socorristas de una ambulancia privada que, coincidentemente, regresaban de un servicio y fueron de los primeros en atender la tragedia.Se trata de Víctor Moisés Soto Cervantes y Alan Misael, quienes narraron que minutos antes el camión “les paso zumbando” a exceso de velocidad. “Nosotros veníamos de un servicio de Guadalajara, como a la altura de La Cruz de Elota, a lo lejos miramos humo, mi compañero me dijo 'es un accidente', pero no miramos ninguna ambulancia ni nada, pensamos que era algo grande, nosotros estamos en la cola y ahí nos abrimos paso, cuando llegamos a la escena, ya están clasificados los pacientes, ya había llegado bomberos, como pudimos, atendimos a la señora María, mi compañero se fue a buscar más pacientes, pero el autobús se empezó a quemar más, las llamas abarcaron todo el camión”.Este par de socorristas trasladaron a cuatro personas, del lugar del accidente hasta Guasave; eran Carlos, su hija de siete meses, su esposa y su suegra.Carlos logró romper una ventana golpeándola hasta con la cabeza, pero logro salvar a su familia y ahora se encuentra con varias lesiones de consideración en su cuerpo.“Mi yerno pues, él es el papá de mi nieta, él se golpeó la mano, casi se fractura una pierna al intentar romper el vidrio, incluso le estuvo pegando con la cabeza, es una desesperación, porque se llenó el lugar de humo y trae el ojo dañado, trae morete en el ojo izquierdo, pero bendito Dios ahí están, no sé si ocupe ayuda psicológica, porque mi yerno sí se queda con la mirada perdida”, relata suegro.El gobierno del estado, a través de la Secretaría de Salud, ofreció acompañamiento psicológico gratuito para las víctimas sobrevivientes.El secretario Cuitláhuac González Galindo comentó que solo es necesario acercarse a cualquiera de los 16 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA) en donde hay psicólogos para atenderlos. “Nosotros tenemos condiciones para apoyar, ocupamos que ellos se puedan acercar. Tenemos 16 unidades que se llaman CECOSAMA donde tenemos psicólogos para atender pacientes con alguna crisis, algún problema que no necesariamente sean psiquiátricos, estados de depresión, ansiedad, todo se puede tratar tenemos unidades”, indicó.Esto, mientras que la Fiscalía de Sinaloa trabaja en la identificación de las 22 personas muertas, con el fin de que los cuerpos sean entregados lo más pronto posible a sus familiares.LG