Susana Malcorra y María Fernanda Espinosa: «Queremos convertir a Madrid en un 'hub' de la igualdad»
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Madrid compitió con Nueva York y Ginebra para acoger una cumbre mundial de mujeres líderes ( 70 de 41 países , entre ellas la presidenta de Etiopía, Sahle-Work Zewde, y la ex secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton ) y debatir sobre los límites con los que choca el poder femenino para no crecer más en representatividad. Al final, al decir de las responsables de la organización GWL Voices que las reunió –son la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, una de las únicas cuatro presidentas que ha tenido la Asamblea General de Naciones Unidas y la exministra de Exteriores argentina Susana Malcorra –, la capital española se aupó con la convocatoria y dejó «impactadas» a las dirigentes, muchas de ellas en su primera visita a la ciudad. «Queremos convertir a Madrid en un 'hub' de la igualdad», asegura Malcorra, presidenta de GWL Voices y exjefa de gabinete de Ban ki-Moon en la ONU. «Es una suerte operar desde aquí», apostilla Espinosa. La cita tuvo lugar el 22 de enero y encontró el respaldo del presidente del Gobierno y dos de sus ministros –Exteriores e Igualdad–, aunque Malcorra y Espinosa aseveran que la lucha por la igualdad no tiene adscripciones ideológicas y que es un «ganar ganar» para hombres y mujeres, porque «está probado –dicen– que la participación activa de las mujeres en la economía mejora el PIB nacional entre un 10 y un 30%». «No se debe plantear como un asunto de adversarios», incide la diplomática, y convoca a todos a lograr el propósito que se han fijado: más liderazgo femenino en los organismos multilaterales. Noticia Relacionada estandar No El órdago de Sánchez en igualdad: «España será la tercera economía que cierre la brecha de género» ABC / E. M, El presidente dice que para eso se necesita incrementar el PIB global más de un 20% y que sería estúpido no hacerlo No en vano, el informe publicado en esa reunión mantiene que en el siglo XX solo una tasa de un 4-10% de esos organismos al frente del Comercio, Salud o Banca mundiales tenían a una mujer . GWL Voices se ha propuesto empezar por el ejemplar mandato en la ONU y que a Antònio Guterres lo releve una secretaria general. Y así, rotar de sexo cada año . Enfatizan que para afrontar las complejidades del mundo actual se requiere un sistema «equipado» y eso no puede desplazar al 51% de la población a rangos inferiores. Para entender su propuesta sobre los organismos multilaterales, por poner un ejemplo, ustedes dicen que las decisiones sobre el cuerpo de la mujer, las vacunas o pastillas que tienen que tomar, las siguen adoptando hombres desde entidades como la Organización Mundial de la Salud? [María Fernanda Espinosa] Necesitamos más mujeres liderando en el sistema internacional porque desde 1945 hemos estado en la posición más alta solo el 13% del tiempo. En 80 años la ONU no ha tenido una secretaria general y en la Presidencia, el órgano universal más representativo del sistema, en 78 años ha habido cuatro mujeres, es decir, los números dan mal. Es un tema de justicia demográfica para empezar, pero luego está la calidad y la diferencia que hacemos las mujeres en posiciones de liderazgo. Usted citaba la salud, pero también en la arquitectura de paz y seguridad, o en el Banco Mundial, donde el año pasado se eligió a otro presidente. Y el problema no es que sea hombre, él reúne todas las cualidades, sino que hay organizaciones como la Internacional de Telecomunicaciones donde el rezago es de 157 años de historia hasta que nombran a una mujer. Está documentado también que cuando las mujeres participan en procesos de paz los acuerdos se logran de manera más rápida y son más duraderos. Se pone el ejemplo de Colombia, donde la voz de las mujeres en el proceso fue destacada, y se vio el resultado, con todas las reservas, pero fue un proceso existoso. No es solo una cuestión de números, es por la calidad de las organizaciones, que tienen que reflejar la composición de las sociedades a las que sirven. «En 80 años solo ha habido mujeres al frente de las organizaciones internacionales el 13% del tiempo» [Susana Malcorra] Estamos convencidas de que hay una forma de aproximar los problemas que tienen los hombres que es distinta a las mujeres, ni peor ni mejor. Distinta. Cuando vas a buscar soluciones, tener diferentes perspectivas enriquece la potencial solución. Y sí, históricamente las decisiones sobre cuestiones que impactan esencialmente en mujeres se toman desde una perspectiva masculina. La agenda internacional está basada en prioridades masculinas. ¿Qué es necesario para una disrupción en las jefaturas de Gobierno? [SM] Nuestro foco es el sistema multilateral, pero esto también se ve a nivel de la política. La representación de jefas de gobierno o de estado se mantiene estable en torno al 10%, no ha habido grandes progresos. De nuevo, eso incide en que se carezca de una visión holística de la población a la que representan. No queremos un sistema de confrontación, sino de representación genuina de la sociedad. Las sociedades en su totalidad deben verse reflejadas. ¿Son partidarias de las cuotas? [MFE] Confieso que por un buen tiempo pensé que las cuotas no son necesarias porque tenemos los méritos, la capacidad, nos tenemos que ganar los espacios que merecemos y a los que tenemos derecho de manera natural, pero resulta que lamentablemente nuestras sociedades siguen teniendo estructuras arcaicas y se discrimina a la mujer; mientras eso ocurra necesitamos un sistema de acción afirmativa. Llegaremos a un momento donde ya no sean necesarias porque la sociedad construya espacios de decisión, políticos y sociales, paritarios. No estamos ahí, y los estudios señalan que, dependiendo del país, se van a necesitar entre 150 y 250 años para cerrar la brecha de género. Pero no queremos esperar 150 años. Construyendo sociedades paritarias gana la sociedad entera. La paridad está cogiendo impulso, y no es algo accidental, pero aún queda. MÁS INFORMACIÓN noticia Si EE.UU. admite «efectos duraderos» del accidente nuclear en Palomares noticia Si Tras la emergencia por sequía en Cataluña: 15 años sin inversiones despistados por el 'procés' ¿Encontró alguna traba adicional por ser mujer al presidir la AGNU? [MFE] Absolutamente, no. Tuve de los estados un gran apoyo para avanzar en la agenda, pero los temas de igualdad originan contenciosos en los espacios de Naciones Unidas, por ejemplo, hasta para negociar la inclusión del término género en la próxima cumbre del futuro, que no se ha logrado. Esa batalla sigue latente, muchos países se oponen. En la agenda internacional no ha habido un camino progresivo y ascendente, ahora estamos enfrentando un momento de regresión y efecto bumerán en los temas de derechos de las mujeres. [SM]: A su pregunta quiero añadir que a María Fernanda se la sometió a un escrutinio mayor que a sus homólogos masculinos. Su trabajo como presidenta fue brillante, pero la estuvieron midiendo a cada paso. Usted señor Malcorra se reunió recientemente con la nueva titular de Igualdad, la ministra Ana Redondo. ¿Qué pálpito le dio tras la última legislatura de discurso menos templado y sosegado sobre la igualdad? [SM] Efectivamente conocimos a la ministra, y la conversación estuvo muy enfocada en el diálogo. Fue una conversación introductoria en aspectos internacionales, la ministra se interesó muchísimo. Ella no ha estado tan involucrada en temas internacionales, así que el centro de la conversación fue ése, y tuvo la deferencia de acompañarnos en el diálogo dando su perspectiva. Le soy absolutamente sincera, no querría dar una opinión sobre su gestión política hasta hablar con ella más a fondo, desde GWL Voices somos muy respetuosas para hablar sobre lo que sabemos y conocimos. Siempre tenemos evidencias, datos. Claro que se leen muchas cosas en los medios, pero preferimos hablar y opinar cuando avancemos en ese diálogo que nos hemos comprometido a mantener. Y también apoyaremos a la ministra el marzo que viene, ante la 68º Convención de Naciones Unidas que versará sobre la Mujer en Nueva Yorl. M Señora Espinosa, es inevitable preguntarle por la situación en Ecuador. El suyo era uno de los países latinoamericanos donde la criminalidad no era un problema grave hasta hace pocos años. Ya no es una isla de paz como la describió recientemente en Madrid el presidente Noboa. ¿Qué soluciones puede adoptar el gobierno en estos momentos? [MFE] Lo mismo que Susana, igual trato de no opinar sobre política porque en este momento no vivo en Ecuador. Pero puedo decir dos cosas: como mujer y ecuatoriana, me preocupa profundamente la situación que atraviesa. Y la solución no esta escrita, no son fáciles ni vienen en un manual, pero sí requiere que la clase política y la sociedad pongan de lado sus diferencias y acuerden una agenda de pacificación del país. Creo que es el momento de unidad nacional para afrontar un flagelo tan importante como el que está sucediendo. En segundo lugar, sí, ahora es Ecuador, pero es un problema realmente nacional, que requiere una respuesta articulada,coordinada y contundente de la región, también una respuesta global. Porque en el crimen organizado está el lado de la oferta y la demanda, de aquellos países de tránsito y los productores, y para una solución global se precisa una respuesta también colectiva. Ecuador es un actor importante, pero dolorosamente es un problema que afecta a muchos países latinoamericanas. ¿Cree que ha habido política de apaciguamiento con las mafias por parte de anteriores gobiernos y que ha obrado a favor de la actual explosión de violencia? Una cosa es llegar a un acuerdo con las bandas juveniles, en procesos de inserción social. Otra cosa es lo que está viviendo ahora Ecuador, con organizaciones supranacionales. Y usted como argentina, Doña Susana, ¿qué opina de las políticas de Javier Milei y su política sobre igualdad? [SM] Obviamente escuchar al presidente de Argentina decir que descree de políticas propositivas en favor de la mujer, así como que no cree en el cambio climático me preocupa. Son cosas que la ciencia ha demostrado y me parece que los temas de la situación en Argentina son de una granularidad y dificultad tales que agregar desafíos a cuestiones que debieran unir a la sociedad en vez de dividirla solo complica más la situación.