La petarda tía Amnis
Todos tenemos a alguien, esa tía de la que no hacemos más que oír hablar a todas horas en tertulias, sobremesas o conversaciones ácidas. Su nombre suena nuevamente esta semana, como un rumor de fondo constante y cansino. El clásico miembro de cualquier estirpe que acapara, que está en todos lados sin estar en ninguno, que siempre permanece en boca, aunque sea más por la rabia de los que la mencionan, que por merecimiento; alguien que no deja nunca de poner pegas a pesar de tenerlo todo. Es la tía Amnis -ya sabéis a quién me refiero- caprichosa como una serpiente insaciable que exige ...