Ley ómnibus: el detrás de escena de la maratónica sesión
Mientras en el recinto de la Cámara de Diputados cerca de un centenar de legisladores pronuncian sus discursos a favor y en contra de la ley ómnibus por segunda jornada consecutiva, en el despacho del presidente del cuerpo, Martín Menem, siguen las negociaciones frenéticas entre los dialoguistas y los interlocutores del presidente Javier Milei.
A lo largo de los encuentros que se produjeron a puertas cerradas, las espadas parlamentarias le llevaron una dura advertencia a los libertarios: de no modificar la redacción de tres artículos, el corazón de lo que queda de la Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos está condenado al fracaso. ¿Cuáles son?
Este mediodía se reanudó el debate por la ley ómnibus en la Cámara de Diputados. En una nueva jornada, legisladores del oficialismo, aliados y opositores acérrimos, entre los que se encuentran Unión por la Patria y la Izquierda, siguen pronunciando sus discursos a favor y contra de la iniciativa.
El horario de votación de la ley en general es incierto: se habla de la madrugada de mañana. La otra duda es a qué horario se llamará a un cuarto intermedio. Si es que lo hay. Por ahora, los rumores son que la sesión se prolongaría hasta que se produzca la votación en general. Mientras tanto, la culminación de la sesión, que se produciría al momento de la votación del último artículo en particular, es una gran incógnita.
Mientras la sesión se lleva adelante ante un recinto a medias, en el Salón de Honor que ocupa Martín Menem, se siguen celebrando sucesivas negociaciones entre los embajadores del Ejecutivo encargados de redactar el texto final y los bloques dialoguistas.
Particularmente, las reuniones por la letra chica del texto se producen con referentes de Hacemos Coalición Federal, la UCR e Innovación Federal que mantienen reparos. Es que el Pro ya cerró filas y definió que acompañará el texto en general y particular.
El grueso de los reparos de esos tres espacios pasa por la privatización de una cuarentena de empresas; la declaración de emergencia pública en seis materias (económica, financiera, social, seguridad, tarifaria y energética) y la delegación de facultades en todas esas materias.
Esos puntos son el corazón de lo que queda del proyecto, que a lo largo de enero perdió casi 300 artículos.
El número mágico
Los diputados dialoguistas que participan de los encuentros le hicieron al oficialismo un trabajo que, hasta ahora, no había hecho: el detalle del número de votos que reúne cada artículo.
Según fuentes parlamentarias que se reunieron con los interlocutores del Poder Ejecutivo, los asesores Maximiliano Fariña y José Rolandi, hasta hoy no habían hecho ese poroteo.
"Saben con qué llegan al recinto, pero no con lo que salen", sintetizó un diputado del PRO. Es decir, los libertarios, con la sesión ya puesta marcha desconocen qué artículos se mantendrán en pie cuando ésta culmine.
En concreto, todo artículo que reúna menos de 106 votos corre peligro de caerse. Es que Unión por la Patria tiene 100 diputados y la Izquierda, 5 y ya avisaron que rechazarán todos y cada uno de los artículos.
Hecho ese cálculo, los dialoguistas le alertaron a libertarios que, además de los capítulos de Cultura y Medioambiente, corren peligro de mantenerse en pie las facultades delegadas, las emergencias y la privatización de 40 empresas.
Con este diagnóstico bajo el brazo es que los bloques de la UCR, Innovación Federal y Hacemos Coalición Federal no descartan que los libertarios les hagan llegar, en las próximas horas, propuestas superadoras, de lo contrario, el corazón del proyecto que como bromean en la oposición, pasó de ser un ómnibus a un UBER, también naufragará.
"La pelota, ahora, está de su lado", sintetizó un dialoguista.