La trama secreta detrás de la negociación de los libertarios por el dictamen de la ley ómnibus
Pasada la media noche, La Libertad Avanza logró hacerse con el dictamen de mayoría de la Ley de Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos. Los libertarios reunieron las firmas necesarias gracias al apoyo de los bloques "dialoguistas", pero el texto terminará de cocinarse en el recinto de la Cámara de Diputados.
Allí, esas mismas bancadas que acompañaron al oficialismo plantearán cambios y modificaciones en 170 artículos. El texto que se despachó esta madrugada -y que sigue sin conocerse- fue el resultado de negociaciones a contrarreloj de las que participó el asesor del Presidente Javier Milei, Santiago Caputo, quien se trasladó, con un "escriba", al despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem. Hubo dudas y tensión hasta el último momento.
La de ayer fue una nueva jornada de negociaciones frenéticas en la Cámara de Diputados. Los "dialoguistas", es decir, el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, se debatían, pasado el mediodía, avanzar con un Plan B. Desempolvar su versión de la Ley ómnibus y defender ese texto en el plenario de comisiones que había sido convocado para las 18.
Pero llegó, cerca de las 16, un mensaje de Casa Rosada. El gobierno de Javier Milei estaba dispuesto a aceptar -una vez más- "sugerencias" de la oposición. En este caso, los reclamos que le habían acercado a Guillermo Francos, ministro del Interior, los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Salvo la suba de retenciones, que el oficialismo considera clave para alcanzar el déficit cero, el Presidente Javier Milei aceptaba, entre otros puntos, redactar nuevamente el artículo que traspasa al Tesoro Nacional el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses. Los bloques dialoguistas pedían la supresión de ese punto, o bien, que antes de su liquidación, se resuelvan las deudas con las provincias y los juicios a jubilados.
Con esas concesiones, los dialoguistas aceptaron dejar a un costado su dictamen y retomar las negociaciones con los libertarios. Se reunieron en el despacho de Martín Menem para redactar la letra final del dictamen que estaban dispuestos a acompañar, pero con disidencias. El oficialismo aceptó posponer para las 20.30 el plenario de comisiones. Todos horarios inusuales para la Cámara de Diputados.
Las negociaciones se trabaron. Menem les trasmitió a los dialoguistas que se acercaron a su despacho que el Poder Ejecutivo no le había transmitido que habría cambios en el artículo del FGS.
El reloj marcaba casi las 21. Salieron del despacho del riojano, entre otros, Nicolás Massot, Emilio Monzó, Karina Banfi, Rodrigo de Loredo, Damián Arabia, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Oscar Agost Carreño, Silvia Lospennato, Cristian Ritondo, Miguel Ángel Pichetto y Martín Maquieyra.
Cruzaron avenida Rivadavia para dar quórum en el plenario de comisiones, que había sido convocado en el Anexo. La sala estaba repleta. Pero antes, le dijeron a El Cronista, si no aceptan lo del FGS, "no acompañamos, es el punto más importante"
Mientras los diputados pronunciaban sus discursos, en buena medida en contra del megaproyecto, se reanudaron las negociaciones en el despacho de Menem.
Varios de los diputados que cruzaron la avenida Rivadavia para dar quórum volvían al Palacio. Allí seguían negociando la letra chica con el presidente de la Cámara, Eduardo 'Lule' Menem y Caputo, el asesor de Milei. También había un "escriba", como lo llamó uno de los diputados que participó de las negociaciones. Era quien plasmaba en el articulado lo que iban negociando oficialismo y oposición.
Cheque en blanco
Pasada la medianoche, los diputados comenzaron a firmar el dictamen de La Libertad Avanza. Pero, no era más que "una hoja en blanco", como cuestionó el socialista Esteban Paulón, mientras veía cómo los diputados hacían circular el papel. En rigor, estaban firmando la planilla de firmas, mientras que en el Palacio se cocinaba la letra final. "Es como firmar un cheque en blanco", ironizó una fuente parlamentaria.
Se agotaba la lista de oradores y comenzaron las dudas. ¿Tenía La Libertad Avanza las firmas suficientes para hacerse con el dictamen de mayoría? Faltaban cinco firmas y el reloj ya marcaba las 0.30.
La duda era si, en el despacho de Menem, los dialoguistas habían acercado posición. Comenzaron a caer, de a uno, los diputados que, con su firma, lograron que La Libertad Avanza se alzara con el dictamen de mayoría. Dictamen que, hasta entrada la mañana de hoy, seguía sin conocerse.
"Ya tenemos dictamen de mayoría. Tenemos 55 firmas. De ellas son 34 en disidencia parcial", dijo finalmente el presidente de la comisión de Legislación General, Gabriel Bornoroni. Ya eran las 1.30 am.
170: el número mágico
Las disidencias parciales son de los bloques dialoguistas. Pero no de todos sus integrantes. Margarita Stolbizer y Mónica Fein, de Hacemos Coalición Federal, fueron con un dictamen aparte. Lo mismo hicieron los diputados de la Coalición Cívica, que forman parte de ese mismo bloque. En cambio, más de un radical optó por abstenerse al momento de la votación.
El dato es que las "disidencias" de la oposición son 170. En concreto, plantean una nueva redacción de unos 80 artículos. Y suprimir los cerca de 90 restantes.
Pero esa discusión se dará recién en el recinto. El principal objetivo de los bloques dialoguistas, ayer, era diferenciarse de los que denominan "kirchnerismo". Es decir, la bancada de Unión por la Patria, que firmó un dictamen de rechazo al igual que la Izquierda.
Como vienen repitiendo, le dieron las "herramientas" al Poder Ejecutivo para que pueda gobernar. Pero, sin bajar dos de sus banderas: la pelea para evitar la suba de retenciones y que el "ajuste no lo hagan los jubilados" la darán el día de la votación. Dicen que podría ser esta misma semana.