Bolaños defiende la ley de amnistía porque no se aplica al terrorismo que afectó "durante décadas" a España
Para el ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha salido al paso del debate que se ha generado por ampliar los delitos a los que se aplicará la futura ley de amnistía a los de terrorismo menos graves y que no afecten a los derechos humanos. En este sentido, ha asegurado que "lo que todos entendemos por terrorismo, lo que España sufrió durante décadas por terrorismo, está fuera de la ley de amnistía".
Así lo ha señalado justo antes de que comenzara la ceremonia de la toma de posesión ante el Tribunal Supremo (TS) del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que comienza su segundo periodo al frente de este organismo. De él, ha destacado su "labor comprometida" y le ha deseado suerte en esta nueva etapa.
Al ser preguntado sobre si hay algún tipo de terrorismo que no vulnere los derechos humanos, ha dicho: "Seamos serios: ¿de verdad alguien cree que es comparable el proceso independentista con el terrorismo que sufrió España durante décadas?", se preguntó.
Y reiteró su defensa de la proposición porque, destacó, se trata de una ley orgánica para "normalizar la situación política, social e institucional de Cataluña", apelando nuevamente al argumento que ha utilizado en ocasiones anteriores: que la norma contribuye a cerrar "una herida" entre España y Cataluña.
Bolaños ha respondido a las críticas sobre las enmiendas pactadas ayer por PSOE y Junts en las que se ampliaban lo delitos amnistiables en el marvo del "procés" a los de terrorismo con sentencia firme (la redacción inicial señalaba que solo se aplicaría a los delitos de terrorismo con procedimientos judiciales abiertos).
También ha defendido el funcionamiento de las instituciones en España: la Fiscalía General, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. "Los jueces y magistrados de nuestro país siguen haciendo su trabajo cada día" y que su labor la desarrollan en una "democracia absolutamente consolidada como es la española".
"Lamentablemente hay quien se afana en desprestigiar las instituciones democráticas", dijo en alusión a las críticas del portavoz Esteban González Pons y aseguró que el PP está en "una deriva absolutamente ultraderechista". Y advirtió que "los discursos violentos acaban generando violencia".
Sin embargo, suavizó sus palabras cuando se le pidió una valoración sobre las acusaciones de la vicepresidenta Teresa Ribera de la semana pasada, cuando atribuyó intereses políticos al juez que instruye la causa de "Tsunami Democràtic", Manuel García-Castellón. Las pesquisas del magistrado han detectado indicios de actuaciones de corte terrorista en los graves altercados que se produjeron en Cataluña tras conocerse la sentencia del "procés" y considera que Carles Puigdemont y Marta Rovira ejercían un rol de relevancia en la cúpula de ese grupo.
Sin hacer ninguna mención directa a las declaraciones de la titular de Transición Ecológica, lanzó balones fuera y aseguró que el Gobierno siempre defenderá que los jueces "actúen sin ninguna injerencia".