El viento del sur arrastra los pellets hacia el Cantábrico y provoca que llegue menos cantidad a la costa atlántica gallega
Las predicciones meteorológicas avanzaban desde mediados de la semana pasada que el viento iba a cambiar en Galicia a lo largo del fin de semana, desde la dirección este que dificultaba la llegada de pellets a la costa hasta la sur-suroeste que generaría las condiciones para que el material que esté en el agua volviese a llegar al litoral. Sin embargo, finalmente la dirección y la fuerza de los vientos ha provocado que los residuos estén "esquivando" en parte las playas atlánticas y los cálculos de Meteogalicia apuntan ahora a que se verán afectadas las costas del Cantábrico, según la Xunta.
A este cambio en las predicciones se refirió el domingo en una entrevista en la Radio Galega la vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, quien está asumiendo la portavocía principal del Gobierno galllego en el vertido de pellets. Señaló que los nuevos cálculos basados en la dirección de los vientos y de las corrientes hacían prever que los plásticos esquivarían la costa atlántica y llegarán más probablemente a Asturias y Cantabria. Añadió que habían llegado también restos a las Rías Baixas y "con menor intensidad", a la Mariña de Lugo, bañada por el Cantábrico.
La Xunta indicó que el pasado fin de semana trabajaron en las playas gallegas 300 personas de su dispositivo, desplegadas en 56 playas. Además, han salido dos helicópteros (Pesca 1 y Pesca 2), las embarcaciones Sebastián de Ocampo, Irmáns García Nodal, Ría de Vigo y Mar de Galicia y otras cuatro patrulleras más pequeñas, según Vázquez, que insiste en la estrategia del Gobierno gallego de reclamar medios para intentar localizar sacos flotando en el mar, en contra del criterio de la Organización Marina Internacional (OMI) y de las consideraciones de su propio conselleiro do Mar, que avisaba en una carta de que este material no se puede retirar en el agua. Asegura Ángeles Vázquez que se recuperó un saco en Valdoviño el sábado y otro fue localizado entre rocas en Laxe, en ambos casos en la provincia de A Coruña.
En cuanto a los medios que dependen del Gobierno central, la Delegación del Gobierno ha informado de que este lunes ha salido el avión AS 102 Rosalía de Castro de Salvamento Marítimo entre la zona de Cabo Silleiro y Ortegal para comprobar si hay sacos flotando. El domingo, el helicóptero Helimer HS401 de Salvamento Marítimo volvió a tierra sin haber encontrado nada después de rastrear la zona de Valdoviño.
Además de estos medios, numerosos grupos de voluntarios continúan desplazándose a los arenales gallegos para abortar la laboriosa tarea de retirar los pellets diseminados por las playas. El sábado, por ejemplo, un centenar de personas coordinadas por Greenpeace trabajaron en las playas a las que llegaron los primeros restos del vertido del Toconao, la de Balieiros e As Barreiras, en Ribeira.
La Xunta asegura que "en los últimos días" el dispositivo que ha desplegado reunió el equivalente a unos 90 sacos, si bien no determinó qué contabiliza exactamente. El Gobierno gallego pide a los ciudadanos que encuentren restos que avisen al 112 para incluir las localizaciones en el dispositivo de limpieza y seguimiento. Sobre los voluntarios señala que deben ponerse en contacto con los ayuntamientos en los que pretenden trabajar.