La era del ‘Hallyu’ o cómo nos enamoramos de la cultura surcoreana
Basta con ver una para quedar voluntariamente atrapados: las series surcoreanas y su cultura tienen un “yo no sé qué” que cautiva. Lo digo por experiencia propia, aunque en estos años he descubierto que no soy la única. En una conversación con un compañero, unos 10 años mayor, me contó que durante una incapacidad se enganchó de estas producciones televisivas y que ya hasta probó el soju, un destilado de arroz que aparece en muchas escenas de estos dramas y comedias.
Su revelación no me sorprendió. En TikTok había visto cómo un adulto mayor lloraba al punto del desconsuelo viendo capítulos de Aterrizaje de emergencia en tu corazón (Crash Landing on You), serie emblemática de Corea del Sur que en mi caso he visto cuatro veces en Netflix. ¿O cinco? El interés se extendió hasta su gastronomía, que (afortunadamente para los fiebres) ya tomó Costa Rica y de la que es inevitable no antojarse, pues es usual que en las tramas coreanas la comida siempre tenga un papel especial. De unidad.
El catálogo de Netflix, una de las plataformas de streaming donde más se encuentran estas series, tiene constantemente en su top algún título surcoreano. Del éxito de estas producciones asiáticas mucho se ha escuchado, como bien recordamos con el fenómeno de El Juego del Calamar.
El éxito también tomó la gran pantalla. Basta con remontarnos cuatro años atrás, cuando la aclamada cinta de Boon Joon -ho, Parasito, hizo historia en los Óscar, ganando varias incluidas, incluyendo la de mejor película.
Y no importa la producción surcoreana que sea: la comida siempre aparece y es inevitable no antojarse.
Recuerdo la vez que durante varios días estuve revisando las redes sociales para encontrar un lugar de auténtica comida coreana en el Gran Área Metropolitana. Lo hallé y pude probar el kimchi (la guarnición que no les falta a los coreanos en sus tiempos de comida). Y ni que decir de la vez que hice una larga fila con tal de probar el snack corn dog o banderilla coreana, del que me había antojado viendo una serie en la que aparecía ese platillo que se vende, sobre todo, en las calles de ciudades como Seúl.
En este artículo, a través de las voces de dos fans de la cultura surcoreana, vamos a buscar entender mejor eso que tanto atrae a las tantas personas en nuestro país hacia aquella nación asiática. Además, un coreano dueño de un restaurante nos adentrará más en el mundo de su gastronomía.
Por otro lado, Seouyune Lee, Tercera Diplomática de la Embajada de la República de Corea en Costa Rica, comparte lo que considera hace tan llamativa a su cultura. Hace dos meses, esa legación, en coordinación con la Municipalidad de San José, organizó un festival de dos días para sumergirse en sus tradiciones, el cual tuvo gran acogida.
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Pasión por Corea del Sur
Hace unas semanas, Fernanda Madrigal celebró su cumpleaños y su pastel fue con la temática de la banda BTS, líder indiscutible dentro del K-Pop (así se llama a la música pop producida en aquel país, la cual impulsa una industria millonaria hoy de alcance global). Esta profesional en relaciones públicas, además de ser fan de las series y gastronomía surcoreana, también lo es de la música que de allá nos llega.
“Empecé primero con series y me enganché un montón. Cuando me di cuenta estaba viendo, por lo menos, dos al mes. Luego me empezó a gustar la música, como el K-Pop y empecé a escuchar BTS y Blackpink, que son como los grupos más conocidos. También a raíz de las series empecé a seguir influencers coreanos y a los mismos actores. En mi Instagram sigo a blogueras fashionistas de Corea”.
Madrigal, de 26 años, cuenta que se enganchó de la cultura surcoreana y que es habitual que en sus redes sociales, como TikTok, le aparezcan contenidos de personas que viven en ese país.
“Veo a la gente mostrando sus experiencias, yendo a las tiendas de conveniencia, donde compran desde arroz o ramén, hasta helados, bebidas y bocadillos dulces en formas de ositos, entre otros. Puedo pasar horas viendo eso. Quiero ir al país. En TikTok también me salen personas enseñando palabras coreanas, entonces uno las va escuchando y aprendiendo”.
El interés gastronómico también se despertó en la comunicadora. Ha probado platillos coreanos en Costa Rica y también en sus viajes a Estados Unidos.
“De la cultura, lo que más me gustó son las tradiciones que tienen los coreanos que presentan en las series y cómo para ellos la comida es un ritual tan importante”, destacó Madrigal, quien ya probó el soju.
En su relación con la cultura surcoreana, solamente hay un aspecto con el que no ha logrado compatibilidad.
“Mi único tema con la gastronomía es que no soy tan fan del picante y la mayoría de sus platillos tienen picante; pero en general me gusta mucho. Los videos en los que muestran los snacks de las tiendas son mi pasión”, comentó entre risas.
De Corea del Sur hasta el paladar
En Costa Rica es posible probar auténtica comida coreana, tal y como nos la han presentado (y antojado) las series, gracias a la apertura de varios establecimientos. Hong Sung Yung (conocido en Costa Rica como Tony) y su esposa Kim Sera inauguraron su restaurante en el 2020.
Su propuesta gastronómica fue la única que conocían: la coreana. Los esposos son los fundadores de Kimchis, un restaurante que abrió en Curridabat y que hoy tiene también locales en Escazú, Santa Ana y Cartago.
“Cuando abrí Kimchis en aquel momento había pocos restaurantes coreanos. Había poca variedad. Yo quería proponer algo más moderno. El estilo que se ofrecía era más casero. Nosotros ofrecemos comida 100% coreana”, contó él, quien llegó al país para trabajar con una empresa coreana.
El surcoreano contó que la demanda por este tipo de gastronomía ha crecido en Costa Rica, a la vez que nuevos restaurantes aparecen.
Contó que es común que los platillos coreanos tengan mucho picante y aún más cuando son preparaciones más tradicionales. Como no todos los paladares ticos toleran ese fuerte sabor, las recetas que él ofrece pueden tener o no picante, según lo que quiera el cliente.
Hablando de platos tradicionales y de esos que tanto se ven en las series, él le recomienda a quienes quieren adentrarse en esta gastronomía, que prueben un bulgogi, que consta de carne marinada en salsa de soya.
“Es bastante tradicional. El sabor no tiene un picante tan diferente a lo que se consume en cualquier país. Pero sí cuenta con un sabor especial de Corea. Este plato es bastante común. Es una opción muy buena. Si no le gusta la carne, hay un plato llamado bibimbap que tiene varias verduras, en este se puede agregar carne o elegirse vegetariano”, detalló.
Otro alimento que ha causado sensación por medio de las series e Netflix es el pollo frito coreano. Hong Sung Yung contó que esta preparación corresponde a un estilo más moderno y no tan tradicional.
“Lleva unos 30 años de moda en Corea. Es un plato más americanizado. Es pollo con tempura y aplicamos variedad de salsas, dulce con ajo o picante”.
El experto comentó que la parrillada coreana (que también aparece en las producciones) es muy gustada en su cultura. Esto consiste en llevar los alimentos a la mesa y cocinarlos en una plancha, frente a los comensales.
En cualquier tiempo de comida hay una guarnición infaltable: el kimchi. Generalmente es mostaza o nabo fermentado con sabor picante. En su restaurante, justamente llamado Kimchis, siempre lo ofrecen.
“El kimchi hay que comerlo diariamente. También muchas verduras y la cultura cuenta con una gran variedad de guarniciones. Hay tipos de vegetales que no se cultivan aquí y por eso en el restaurante no ofrecemos esas opciones. Se consigue muy poco, como por ejemplo la hoja de ajonjolí, la cual se parece al culantro de Costa Rica”.
Para Hong Sung Yung la gastronomía de su país se ha vuelto altamente atractiva, gracias a lo que las personas ven en las telenovelas coreanas, como les llama a esas series.
“Ahí siempre aparecen escenas con comida. Actualmente, nosotros vendemos mucho el gimbap (rollo de arroz con diferentes ingredientes) y es porque influyó Woo, la abogada extraordinaria (acerca de una joven dentro del espectro austista que todos los días elige comer el mismo platillo). Tenemos como siete sabores. La telenovela influyó mucho”, afirmó.
Kimchis es uno de los restaurantes más conocidos en Costa Rica, no obstante, en el país es posible encontrar otras opciones como Fritos (variedad de platillos), Don Wu (parrillada coreana), Katori Red (ofrecen el conocido corn dog coreano, su versión del perro caliente; así como alitas estilo coreano), BBQ Chicken (especializado en pollo estilo coreano), y The Ko, en Heredia, entre otros.
Hoy, disfrutar de comida coreana en el país es muy fácil, gracias a la variedad de opciones en el mercado.
Ola coreana
Seouyune Lee, Tercera Diplomática de la Embajada de la República de Corea en Costa Rica, profundizó sobre la gran acogida que los ticos le han dado a su cultura.
“Como coreanos residentes en Costa Rica, hemos sido testigos de este fenómeno, al cual preferimos llamar Hallyu, una terminología coreana que puede traducirse directamente como ‘Ola Coreana’ y se refiere al auge de la cultura pop surcoreana en el extranjero desde los años 90″, comentó Lee.
La diplomática coincidió con los expertos que señalan que la cultura coreana se popularizó en el mundo principalmente por sus películas, dramas y música pop.
“En Costa Rica, vemos que el Hallyu comenzó a principios de la década de los 2000 con la emisión de dramas coreanos, tales como Un deseo en las estrellas (별은 내가슴에), Otoño en mi corazón (가을동화) y Una joya en el palacio (대시금). Mientras en la década del 2010, el interés se extendió a la música cuando PSY, BTS, Blackpink y otros grupos ganaron popularidad en todo el mundo”, añadió.
Con relación al gusto de los ticos por las series desu país, Lee mencionó, basada en opiniones de especialistas, que probablemente sea la “interpretación interesante de que la popularidad del K-drama (como llaman a las series) proviene de una trama romántica que se basa en el desarrollo gentil, sensible y comprensivo de la historia”.
“La cultura no conoce los límites: a una persona le puede encantar una determinada película, drama, música o cualquier cosa, y naturalmente eso se podría extender a otros aspectos. Se genera interés en la comida que se ve en la pantalla, la moda, el maquillaje (la apariencia lozana del cutis de las coreanas es notable), el idioma, etcétera. Ese es el poder de la cultura”, comentó.
Seouyune Lee agregó que a partir del 2020, cuando la pandemia del coronavirus impactó al mundo, diferentes plataformas de streaming le permitieron a los costarricenses y a personas de otros países el tener un acceso más cercano a estas producciones.
El interés costarricense por esta cultura provocó que en noviembre anterior se desarrollara el festival coreano (llamado K-Festival) que tuvo a la Embajada de la República de Corea como una de las organizadoras y contó con una importante asistencia. En esa ocasión, el embajador Jinhae Kim resaltó “el cálido apoyo de los entusiastas de Corea”, quienes tuvieron un acercamiento con la cultura de la nación asiática.
La diplomática comentó que es usual que se diga que existen similitudes entre los coreanos y los costarricenses.
“En el sentido de que son afectuosos, apasionados y valoran la relación familiar tradicional”, dijo.
Con respecto a la gastronomía, Lee comentó que el arroz es la base de la alimentación coreana y que está siempre acompañada por muchos Banchan, que es el nombre que dan a sus guarniciones. La funcionaria confirmó que, tal y como dejan ver las series y producciones coreanas, el tiempo de la comida es un espacio de unidad.
“No hay duda de que cenar juntos es una de las mejores formas de unir a las personas y en Corea es un poco más que eso: comer es cuidar y cuidar es compartir”.
Para ella, el arroz con Banchan es el sabor más tradicional de Corea, aunque recomienda otras opciones sencillas de conseguir en el país y que le pueden ofrecer también una experiencia coreana.
“Si se busca algo con un sabor más fácil y accesible, Bibimbap, Samgyeopsal, Galbi, Tteokbokki y Japchae están ganando popularidad entre los extranjeros. Después de un largo y duro día de trabajo, usted se puede deshacer de su estrés con una barbacoa coreana y un trago de soju (conocido por los ticos como la bebida de la botella verde), o el pollo frito al estilo coreano con una cerveza. Así se podría realmente decir que ya se está experimentando la cultura al máximo”.
La riqueza y variedad de esta gastronomía, explica la coreana, tiene relación con que su cocina tuvo que adaptarse a las variaciones de temperatura en un país que tiene cuatro estaciones muy marcadas que van desde los -20 grados en invierno a superar los 30 grados en verano.
“Corea es una península rodeada de mar, excepto en el lado norte, lo que hace que los mariscos sean comunes y populares. Aunado a esto, la mayor parte del territorio se encuentra cubierto de montañas y valles, lo que permite el cultivo de una amplia gama de vegetales y hortalizas”, Seouyune Lee.
Para vivir una experiencia coreana completa, Lee recomienda aprender a usar los palillos para comer. Eso sí, aclara que no es obligatorio.
Todo empezó por la música
Daniel Chaves, de 29 años, es otro fan de la cultura coreana. Cuenta que todo empezó en sus años universitarios, en el 2012. Su primer acercamiento a esta cultura se dio con la música.
“Empecé a escuchar música solo de mujeres. Ahí empezó todo. Me ha gustado la comida de allá. Su naturaleza y geografía. Me encanta el paisaje. En el 2023 tenía planeado ir en setiembre, pero no pude por un cúmulo de cosas. Quiero muchísimo ir por allá (Asia). Sobre todo a Corea del Sur”, comentó el joven, quien trabaja como editor televisivo.
El gusto por lo coreano hizo que Daniel empezara a estudiar, de manera autodidacta, el idioma, el cual asegura ahora puede leer, escribir y que entiende si le hablan. Parte de esta familiarización se debe a la amistad que tuvo con una compañera de la universidad y su familia coreana.
“Hicimos buena química. A ella le parecía bien que me gustara tanto lo relacionado con su país”.
Con respecto a las series, dice que El juego del calamar le gusta mucho; también otras de trama más romántica como Propuesta laboral, Las inclemencias del tiempo y Mi adorable Sam Soon.
“Esta cultura tiene mucho para ofrecer. En el trabajo imito muchas de las cosas que hacen y se ven en la tele. Me llaman la atención, tienen buen gusto. Incluso, me inspiro en la musicalización y pongo música coreana en las notas que edito. Es muy prolijo como tratan todo en la televisión”, destaccó Chaves, quien admira mucho el respeto hacia las personas mayores en países de Asia como Corea del Sur.
El magnético mundo del K-Pop
Como se mencionó antes en este artículo, la música y sus intérpretes son otro de los principales imanes coreanos que han atraído a los costarricenses. En Costa Rica, la agrupación BTS, una de las más famosas, tiene un sólido club de fans en el que las integrantes resaltan las letras de amor propio y cuidado de la salud mental que se promueven en las canciones.
“Tal vez no me crea, pero en verdad nunca creí que BTS no solo se hiciera la banda más grande de K-Pop en el mundo, sino también una de las bandas más escuchadas dentro de todos los géneros musicales. Ser parte de esto en verdad cambia la vida”, dijo Michelle Jirón, una de las fundadoras de BTS Costa Rica, a La Nación en el 2022.
Ahora mismo, los miles de fans de BTS en Costa Rica aguardan el regreso de la banda, dado que algunos de sus integrantes –V, Suga, Jin, Jungkook, RM, Jimin y J-Hope– se encuentran cumpliendo sus obligaciones en el Servicio Militar de Corea del Sur. Muchas seguidoras han creado conteos regresivos para cuando las estrellas musicales terminen su misión en las fuerzas armadas.
En nuestro país, según explicó Jirón para el artículo ‘BTS toma Costa Rica: así son las fans ticas de la banda surcoreana’, les siguen mujeres y hombres de todas las edades. Sus fans, presentes en más de 100 países, se hacen llamar los Army.
Otra de las agrupaciones musicales más famosas y conocidas es Blackpink, integrada por Jisoo, Jennie, Rosé y Lisa. Las cantantes son protagonistas de un fenómeno mundial, al punto de haberse posicionado en los primeros lugares de los listados de Billboard.
Además, recueda CNN, Blackpink fue el primer grupo de K-Pop “en alcanzar las 1.000 millones de reproducciones” en Youtube gracias al sencillo Ddu-du.
Antes de que agrupaciones como BTS o Blackpink conquistaran no solo Occidente, sino a todo el mundo, una canción de K-Pop contagió a todos con su energía. ¿Se acuerda del Gangnam Style, del solista surcoreano PSY? Si recuerda la particular coreografía, puede ser que su cercanía con la cultura coreana empezara antes de lo que se imagina.