Alfredo Moreno, integrante de la Comisión por la Paz: “Espero que podamos dar una solución tan definitiva como se pueda”
La Comisión por la Paz y el Entendimiento, conformada por el Presidente Gabriel Boric para enfrentar el conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche, está pronta a cumplir siete de meses desde su presentación.
La instancia, que tiene plazo hasta noviembre de este año para presentar su informe, está integrada por actores de distintas sensibilidades políticas, entre ellos, el senador de la Democracia Cristiana, Francisco Huenchumilla, la diputada del Partido Socialista, Emilia Nuyado, la senadora del Partido Republicano, Carmen Gloria Aravena y el exministro de Desarrollo Social durante el Gobierno de Sebastián Piñera, Alfredo Moreno.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el exsecretario de Estado señaló que la Comisión por la Paz ya se ha reunido con más de 100 actores en cuatro regiones del sur del país y adelantó que durante la próxima semana, realizará audiencias en la Región de Los Lagos.
Pese a que está optimista y espera que la Comisión pueda proponer una solución diferente a las implementadas durante las últimas décadas, Moreno advirtió que se trata solo del comienzo. “No es que en noviembre uno dice: ‘Esta es la propuesta’ y ya está. No, después hay que convertirlo en leyes, en instituciones y luego hay que hacer operativa la solución”, precisó.
¿Cómo ha sido el trabajo de la Comisión durante estos últimos meses?
Lo primero es describir qué se nos ha solicitado. El Presidente y la totalidad de los partidos políticos lo que nos han pedido es buscar una solución diferente a este conflicto que se arrastra por tantos años. Proponer una manera distinta de hacer las cosas, que no solo sea técnicamente correcta, que no solamente genere las mejores condiciones económicas, sino que adicionalmente a eso, tenga un soporte político, previamente dialogado con todos los sectores, no solamente mapuches, sino que agricultores, víctimas, políticos, en fin. Que esta propuesta tenga, por lo tanto, viabilidad de ser aprobada y constituirse en una realidad.
¿Y qué es lo que hemos hecho? Lo que hemos hecho es lo que haríamos con cualquier problema, hemos trabajado en un diagnóstico. Nos hemos reunido con más de ciento y algo personas e instituciones, partiendo por las instituciones públicas que tienen mucha información, desde la CONADI, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Bienes Nacionales, de Desarrollo Social, INDAP y el Servicio de Impuestos internos para saber la productividad que hay ahí.
Luego, hemos comenzado diálogos con los distintos sectores. Nos hemos juntado con todos los gobernadores de estas cuatro regiones, con los delegados presidenciales, con los diputados y senadores y hemos estado en las regiones. Estuvimos recién en Los Ríos, en Valdivia, dos, tres días, juntándonos con las comunidades indígenas, con los representantes de las asociaciones de víctimas, con los gremios productivos, con el gobernador, los diputados y senadores, con las universidades. Hemos hecho lo mismo en Araucanía, en Bío Bío y lo vamos a hacer la próxima semana en Los Lagos.
Además, hemos examinado lo que han hecho otros países, porque esto no es propio de Chile, sino que ha habido colonización europea, ya sea española, francesa, portuguesa, en distintas partes del mundo y en todas habían pueblos originarios. Hay países que han ido resolviendo estos problemas de distinta manera, algunos de forma exitosa y otros no, pero nuestro caso, al menos, no es exitoso y por lo tanto, también hemos visto eso.
¿Cuáles han sido las dificultades que han tenido? ¿Han habido, por ejemplo, territorios donde les ha costado más motivar a las personas para que vayan a las audiencias?
Hemos tenido una buena recepción en general, pero lo que sí, es que como este es un problema que es muy largo y profundo, hay muchos dolores. Lo que las personas nos relatan de su problema, ya sea porque fueron víctimas de un atentado, ya se porque son integrantes de una comunidad indígena que tiene su historia de cómo perdió su tierra, lo que le pasó a sus parientes o la discriminación sufrida por muchos años, son todas historias muy duras, muy complejas, que hacen que el poder entender los problemas que tienen los otros sectores, naturalmente cueste.
Finalmente, esto se ha intentado resolver en muchas oportunidades, sin que lo hayamos hecho. Se ha avanzado en muchas cosas, pero no hemos sido exitosos y en consecuencia, hay mucha desconfianza. Yo diría que esas son las mayores complicaciones con las que nos hemos encontrado, pero hay muy buena disposición de todos y todos miran con mucha esperanza esto. De que haya, por primera vez, un grupo que tiene el apoyo de todos los sectores políticos, eso ha sido una cosa muy importante.
El trabajo de la Comisión se extenderá hasta noviembre, pero hasta el momento, ¿Qué han sacado en limpio de las audiencias? ¿Han descubierto cosas que no esperaban?
Como todas las personas que estamos en la Comisión hemos estado en este tema desde uno u otro ángulo por muchos años, creo que lo hemos visto es algo que conocemos, pero verlo en tantas personas y con relatos que son muy personales o muy de la historia de una comunidad, con esa franqueza, por supuesto que siempre impacta.
En resumen, lo que uno ve es que, por una parte, ha habido un esfuerzo importante desde el año 1993. Se han comprado 300 mil hectáreas, se ha invertido una gran cantidad de recursos, pero eso no ha impactado en resolver el problema ni ha mejorado la calidad de vida de las personas. Por eso, hay que buscar caminos diferentes, mejores, porque lo que tenemos hoy día, en materia de instituciones, de leyes, ha quedado corto respecto de la situación que estamos viviendo.
Cuando empezó este proceso, usted planteó que una solución para el problema de las tierras podían ser reparaciones en dinero. ¿Mantiene esa posición después de todo lo que ha escuchado?
Indudablemente es una solución posible, pero que la Comisión la vaya a proponer o no, depende de lo que trabajemos hacia adelante, aún es demasiado pronto para decirlo. En todo caso, una de las cosas que hay que incorporar como una posibilidad en esta conversación, son las distintas maneras de reparar el daño que se ha causado y el apoyo que requieren estas comunidades. Hoy día, se hace de una forma única, pero efectivamente uno puede pensar en otras alternativas y hay muchas personas que lo han planteado, incluyendo comunidades mapuche.
Y el tema del reconocimiento constitucional, ¿también ha sido parte de lo que se ha expuesto?
Hemos tenido algunos grupos que lo han señalado. Hay que recordar que tuvimos un plebiscito donde en el proyecto había un reconocimiento constitucional, entonces, es posible que debido a eso, no ha sido el tema fundamental. Algunas personas sí lo han mencionado y sin duda, esta es una más de las cosas en las que estamos en deuda. Recordemos que el Presidente Aylwin ya se comprometió a aquello y no ha sido posible cumplirlo por distintas razones, en este caso porque se perdió el plebiscito. Es evidente que es algo que hacia adelante hay que considerarlo. Lo considere o no la Comisión, es algo que veremos.
¿Qué es lo que espera usted de este proceso? En otra entrevista señaló que la Comisión no va a ser la solución definitiva.
Lo que yo espero es que podamos dar una solución tan definitiva como se pueda. Hay muchísima experiencia internacional, estos problemas nunca se resuelven totalmente, pero muchos países han encontrado soluciones que son mucho mejor que lo que nosotros vivimos hoy día en términos de violencia, de atraso, de respeto por la cultura de otros. Podemos hacerlo mucho mejor y eso es lo que espero, que podamos hacer una propuesta, que sea aprobada, que se hagan los cambios y la situación de todos en estas regiones mejore.
A lo que me refiero yo con que no es la solución, es que esto es un proceso largo. No es que en noviembre uno dice: ‘Esta es la propuesta’ y ya está. No, después hay que convertirlo en leyes, instituciones y luego hay que hacer operativa la solución que se plantea. Eso toma tiempo, pero el cambio de tener una manera distinta de hacer las cosas, si lográramos encontrar una manera mejor que la actual y adicionalmente hubiera un apoyo importante en todos los sectores, es una realidad muy diferente a la que tenemos hoy día. Es el comienzo de la solución, indica cuál es el camino, qué es lo que hay que hacer y después hay que recorrer ese camino, naturalmente.