Vecinos informan de "restos humanos" en las obras de Metro en Carabanchel pero la Comunidad solo confirma el hallazgo de suelos antiguos
Nuevo giro de guión en el parque de Comillas, el lugar por donde la Comunidad de Madrid tiene previsto que entre la tuneladora destinada a excavar toda la ampliación de la línea 11 de Metro. Los primeros trabajos después de las talas, que han consistido en intensos movimientos de tierras, han sacado a la luz algunos restos arqueológicos. Fuentes oficiales de la Consejería de Transportes explican que se trata de suelos antiguos de "escaso valor" pero asociaciones de la zona asegura que entre ellos hay varios restos óseos, informan a este periódico fuentes vecinales.
Los vecinos aseguran que el personal de arqueología que trabaja en la zona ha identificado al menos dos huesos, uno de ellos con apariencia de fémur humano, indican a Somos Madrid. Su versión difiere de la del Gobierno regional, desde el que se indica que "hasta el momento solo se han encontrado solados de escaso valor patrimonial, por lo que la obra sigue su curso" en esta zona verde de Carabanchel Bajo, explica una portavoz de la Consejería a este periódico.
Tanto la Asociación de Familias del colegio público Perú como la asociación vecinal Parque de Comillas sostienen que los huesos son "aparentemente antiguos", citando fuentes del interior de la obra. Una vez aparecieron, ambas asociaciones contactaron con entidades relacionadas con la recuperación de la memoria histórica para poder enmarcar el contexto histórico de estos restos. “Es importante el contexto en el que aparecen. Y en el caso del parque hay indicios suficientes para pensar que podrían pertenecer a la Guerra Civil, a fusilados del franquismo o al cementerio cercano”, señalan desde el AFA del Perú después de consultar con equipos especialistas en la materia.
La obra cuenta con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural para prospecciones arqueológicas, explican desde el Gobierno regional. "La ejecución de las mismas conlleva una autorización y dispone de un estudio de arqueología que realiza un seguimiento de todas las excavaciones", añaden antes de descartar la identificación a día de hoy de restos humanos en la zona de la obra.
Los terrenos del parque de Comillas se asientan sobre una zona de alta densidad arqueológica. Situada en el valle del Manzanares, esta parte de Madrid ha contado con asentamientos en distintas épocas que convierte en habituales este tipo de hallazgos. Además, el espacio fue frente de batalla durante la Guerra Civil y cuentan los vecinos que en el entorno se han hallado fosas comunes.
Las obras también dejan ver el solado de las antiguas viviendas construidas en la posguerra para acoger a familias sin hogar, muchas de ellas víctimas de la represión y de incautaciones ilegales. Las entidades consultadas por las asociaciones carabancheleras indican que el valor histórico y patrimonial de estos restos “debería estudiarse”. Estas construcciones, casas de 40 metros con dos habitaciones y un baño cada cuatro hogares, estuvieron en pie hasta los años setenta.
Los barracones fueron custodiados en una primera época por la Falange y eran habituales los registros para controlar a cada inquilino. “Este descubrimiento forma parte de la memoria con la que se ha ido formando el barrio. Muchos vecinos nacieron y vivieron en esas casas, y tras ver esas baldosas tan características, o el pozo, reclamamos a la Comunidad de Madrid que estudie la preservación de este patrimonio”, defienden desde la asociación vecinal.
La denuncia de la aparición de estos restos óseos llega en plena pelea del vecindario y de las familias del colegio público Perú para que la tuneladora no tenga que entrar por el parque, como está previsto en el proyecto aprobado por la Comunidad de Madrid. Este sábado está prevista una concentración a las 12.00 bajo el lema No a la Tuneladora., a la que acudirán también la líder del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, y dos de sus concejales.
Los convocantes recuerdan que la Comunidad de Madrid ya ha talado 199 árboles "sanos y de gran porte" en el único espacio verde del barrio. También indican que por el pozo de la tuneladora saldrán 541.000 metros cúbicos de tierra de los 7 kilómetros del túnel excavado hasta Conde de Casal, lo provocará "altos niveles de contaminación, ruidos y polvo en suspensión, junto al trasiego de 100 camiones al día por las estrechas calles del barrio de Comillas", denuncian. Más de 500 alumnos del colegio Perú resultarán afectados por este trasiego de obras, ya que el centro educativo está a solo 25 metros de la zona de obras.
Tanto las familias del colegio como la asociación de vecinos reclaman a la Comunidad de Madrid "mayor transparencia" a través de una comisión de seguimiento de las obras que integre a representantes vecinales, del colegio, de la UTE constructora y de la administración. Hasta el momento la Consejería de Transportes no ha informado a los vecinos del barrio del cronograma de obra y de la forma en la que pueden solicitar las medidas correctivas contempladas en el proyecto para paliar los efectos del ruido, de la contaminación y del polvo en suspensión.