No encajar es tan bueno como ganar por más de un gol
El Barça, ante Osasuna, tenía mucho que perder y poco que ganar. Lo lógico, antes del partido, era que los de Xavi se clasificasen para la final de la Supercopa. Y cumplió con el objetivo. Y lo hizo sin sufrir y, mejor aún, dejando la portería a cero y ganando por más de un gol. Porque en el Barça no basta con vencer. Hasta ahora sabíamos que, además, se tenía que jugar bien. Últimamente hemos descubierto, también, que ganar por la mínima tampoco gusta. Anoche, en Riad, el Barça ganó 2-0 porqué Gündogan y Lewandowski abrieron la lata y demostraron que los galones y la experiencia, a la hora de la verdad, cuentan para algo. El polaco había tenido ya dos de claras en la primera parte y, normalmente, la más difícil la suele meter. Gündogan, por su parte, jugó por fin un partido sin lagunas. Claro que jugar en línea con De Jong, MVP del partido, siempre es mucho más fácil. Precisamente, Frenkie destacó, al final del partido, que los cambios de Xavi habían dado otro aire al equipo.