Por ser tan linda Costa Rica la llaman…
Si Costa Rica aprende del éxito de otros, quizás pueda proclamarse con más méritos la Suiza Centroamericana.
Me di a la tarea de resumir algunos logros sociales y económicos de un país ejemplar como lo es Suiza, con menos territorio que Costa Rica (41.277 kilómetros), una población considerablemente mayor (poco más de 8,6 millones de habitantes) y sin acceso al mar.
A pesar de no tener playas y caracterizarse por su terreno alpino y un clima mayormente invernal, Suiza destaca en el primer mundo: sus ciudadanos hablan hasta cinco idiomas (inglés, francés, alemán, italiano y romanche) y disfrutan de uno de los mejores niveles de vida, ocupa el puesto número 6 en el ranquin de PIB per cápita entre 196 países y su disciplina y enfoque en la innovación como motor de desarrollo económico y cultural son envidiables.
La innovación se ha convertido en un factor clave que distingue a los países desarrollados de aquellos con un menor avance. Suiza, consistentemente líder durante años en los índices mundiales de innovación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), contrasta con Costa Rica, que ha experimentado un retroceso en los últimos años (en el 2011 se situó en el puesto 45 y en el 2023, en el 74 de las 132 economías que conforman esta clasificación).
Nos superan en la región Brasil, Chile, México, Uruguay, Colombia y Argentina. Se les consideran pesos pesados latinoamericanos en comparación con nuestro pequeño país; sin embargo, la disparidad entre Suiza y la versión centroamericana en capacidades innovadoras es evidente.
En Suiza funcionan 12 universidades públicas, entre estas, dos escuelas politécnicas federales: la de Zúrich, en el puesto 7 a escala global universitaria, según el QS World University Rankings 2023, y la de Lausanne, ubicada en el 36; ambas, entre las mejores del mundo en sus ámbitos.
De la Escuela Politécnica de Zúrich se graduaron 21 premios nobel, incluido Albert Einstein que estudió Matemática y Física. La mejor universidad nuestra se ubica en el puesto 544 en esta clasificación.
En el Informe programa para la evaluación internacional de estudiantes (PISA, por su sigla en inglés) del 2023, Suiza se colocó como el sétimo mejor país, gracias a un rendimiento excepcional en disciplinas como las matemáticas. Superó a 73 países, incluidos aquellos con desempeños destacados, como Francia, Alemania, Italia, Austria y España.
Costa Rica se encuentra en el 5.° lugar entre los 13 Estados latinoamericanos que pasaron por la prueba y en la posición 57 entre 81 países del mundo, lo que representa una caída de 8 puestos en el ranquin, ya que en el 2019 ocupaba la posición 49 de 79 países.
Suiza, reconocida por su tradición relojera y su liderazgo en industria farmacéutica y alimentaria, sobresale por ser el gran centro mundial de atracción financiera global.
Su sistema educativo especializado produce una fuerza laboral altamente calificada, globalizada y de las mejor pagadas. Ocupó el sétimo lugar en el índice de percepción de la corrupción que publica la organización Transparencia Internacional.
La percepción de corrupción en el sector público entre sus habitantes es considerada bajísima. La estabilidad política y la democracia han fomentado un entorno propicio para la inversión en investigación y desarrollo. El laboratorio de investigación de IBM, galardonado con el premio nobel, y el centro de investigación europeo de Google han encontrado condiciones muy favorables en el país alpino.
En contraste, a pesar de su elevada tasa de alfabetización (el 98,04 % en el 2021), Costa Rica enfrenta enormes desafíos en materia de innovación. La inversión en investigación y desarrollo es insuficiente, solo en el campo académico disminuyó de $857,5 millones en el 2018 a $733 millones en el 2021.
Suiza invierte anualmente alrededor de 23.000 millones de francos suizos en investigación y desarrollo, y el 70 % proviene de empresas privadas.
Es sin duda un modelo, aunque igualarla pueda parecer desafiante. Pero varios países pasaron de ser subdesarrollados a constituirse en potencias mundiales, por ejemplo, Corea del Sur, Singapur y Brunéi.
Japón y Alemania son paradigmáticos. Después de ser devastados al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), demostraron que con dirección clara y buenas voluntades es posible lograr grandes progresos.
Si Costa Rica aprende de la razón del éxito de otros, quizás pueda proclamarse con más méritos la Suiza Centroamericana, no solo por sus bellezas naturales.
marlon.sanchez@upolitecnica.cr
El autor es ingeniero y se desempeña como director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica Internacional de Costa Rica.
