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Январь
2024

Crítica de 'Valle de sombras' (***): Aventura, intriga y cultura en la cima del mundo

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Abc.es 

Asombrosa y extraordinaria película de un director, Salvador Calvo , que también sorprende por su inclinación 'al rodaje cuesta arriba', o sea, laborioso, fatigoso, que tiene bien demostrada en películas anteriores , como 'Adú' o '1898. Los últimos de Filipinas'. Aquí, aún se ha ido más arriba, a la cordillera del Himalaya, para contar una historia interesante, increíble y que se sumerge en varios géneros sin dejar ninguno de ellos atrás. Es una película dramática, de intriga, de aventura, de tensión, de relajación, que te obliga a respirar agitadamente pero también a mirar tranquilamente a lo lejos, a esos paisajes insólitos y culturas inimaginables. Noticia Relacionada estandar Si Crítica de 'Yo capitán' (***): Crónica de un inhumano viaje a ninguna parte Oti Rodríguez Marchante Es una obra buena en todos los sentidos, que describe el horror externo y los motores internos de las oleadas migratorias, que nos sitúa en el otro y sustancial lugar de los hechos Todo su primer tercio es una invitación al viaje, con una pareja y un niño pequeño ( Miguel Herrán, Susana Abaitua e Iván Renedo ) de turismo particular por el norte de la India, ya pegado a esa cresta del planeta que es el Himalaya, donde el mundo se para un poco y donde todos son gente buena y no tan buena. Por motivos del guion, trabajado por Alejandro Hernández (también el de ' Adú ' y ' Los últimos… ', además de películas como ' El autor ' y ' Mientras dure la guerra '), la historia cambia de tono, se ennegrece y pasa a ser un combinado de supervivencia, aclimatación y comprensión aderezado con la idea de justicia, o venganza. Y es crucial en todo ese tramo la presencia de un personaje, el de una joven lugareña, nepalí, que es la brújula que le da orientación y sentido al relato y que interpreta Alexandra Masangkay con mucho carisma y sentimiento. Es la relación del personaje de Miguel Herrán con Masangkay y con su entorno, una especie de Shangri-La, pero volcado boca abajo y metido en el congelador, lo que le añade nuevas sustancias a la trama, ya convertida en muchas a la vez y todas interesantes: sobrevivir, saber esperar, comprender, investigar, asombrarse, regresar… Un festín para las curiosidades del espectador que se completa con una magnífica captura ambiental y una impresionante belleza visual. Se entienden fácilmente las enormes dificultades de Salvador Calvo y todo el equipo para meter su historia en una cámara de cine, desde burocráticas, a climáticas y económicas, y la entrega física y dramática de su principal protagonista, Miguel Herrán, por lo que solo se puede felicitarlos y agradecerles el esfuerzo y los buenos resultados.