La nueva normativa anti-terremotos pasa el primer filtro de la UE
- El motivo por el que se aplazó la normativa
- Alegación particular: los 82.000 ingenieros españoles
- En qué consiste la nueva normativa
La nueva normativa contra terremotos que prevé aprobar el Ministerio de Transportes ya ha llegado a la Unión Europea y ha superado el primer filtro, a falta de que se concluya la memoria del impacto del proyecto.
En julio del año pasado, 82.000 ingenieros firmaron un manifiesto en contra de este decreto antisísmico porque, según sus análisis, no cumple con la legislación europea y pone en peligro la seguridad de los edificios y de los ciudadanos. Esta denuncia llegó al Congreso de los Diputados, tal y como avanzó este medio, de la mano de más de 250 asociaciones profesionales del sector.
No obstante, según ha informado a Confidencial Digital el sismólogo del Instituto Nacional de Geografía y secretario de la Comisión Permanente de Normas Sismorresistentes, Luis Cabañas, “ningún estado miembro se ha mostrado en contra de la nueva normativa” así como tampoco lo ha hecho la Comisión Europea. “Por tanto, se considera correcta desde el ámbito competencial”, ha afirmado.
El motivo por el que se aplazó la normativa
El nuevo decreto anti terremotos no puede ser simplemente aprobado por el Gobierno, sino que debe obtener el visto bueno de la Unión Europea. Unas semanas después de que los ingenieros firmasen el manifiesto, Bruselas aplazó tres meses la tramitación y en vez de recibir una respuesta precisamente por esas fechas como estaba previsto, tuvieron que volver a enviar toda la documentación.
El sismólogo ha explicado que el motivo de ese cambio repentino no fue consecuencia de la denuncia popular, sino de un “error de forma” de la propio UE. Debido a este fallo, la normativa no llegó a todos los estados miembros y eso les obligó a repetir el plazo hasta octubre del año pasado.
Alegación particular: los 82.000 ingenieros españoles
Si bien el sismólogo ha confirmado que no hay ninguna alegación en contra del proyecto por parte de los estados miembros y de la Comisión Europea, hay una alegación particular en España sin resolver: la de las más de 250 asociaciones españolas.
Ingenieros, técnicos, empresas, catedráticos y arquitectos advirtieron de que, en caso de que hubiera en terremoto en España y se aplicara la nueva normativa, los daños serían mayores que en los vecinos Francia o Portugal, donde sí se cumplen los Eurocódigos.
Destacaron también el caso de Grecia, un país con importante actividad sísmica y con un sistema reglamentario similar al español, que ya implantó hace varios años los Eurocódigos por vía reglamentaria.
El presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y presidente del Instituto de la Ingeniería de España, José Trigueros, mostró a ECD su inquietud e insistió en que no estaba garantizada la seguridad de edificios, puentes, vías férreas… Y, por tanto, pone en serio peligro la vida de las personas.
Cabañas, por su parte, ha respondido de que se trata de una cuestión de procedimiento y de aplicación de los Eurocógidos a la reglamentación española, ya que no se pueden sencillamente duplicar, sino que se deben adaptar a las condiciones de cada país. Además, ha criticado que el manifiesto que firmaron las asociaciones era poco concreto en este aspecto.
Actualmente se está redactando la memoria del impacto normativo del proyecto en la que se va a incluir una respuesta técnica a todas las observaciones de las asociaciones españolas de ingenieros, pero Cabañas ha asegurado que “todo continuará adelante”.
En qué consiste la nueva normativa
En palabras del sismólogo, la nueva normativa aplica el Eurocódigo 8 y aplica todos los avances de esta normativa europea. Por un lado, extiende el ámbito de aplicación a más estructuras. Antes solamente se contemplaba para edificios y puentes, la nueva pretende ampliarlo a torres, chimeneas o tuberías.
Y, por otro, actualiza los parámetros de peligrosidad, ya que se habían quedado “anticuados” e incorpora otras medidas técnicas.