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Январь
2024

El amargo récord de Griezmann

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Antoine Griezmann marcó un gol a la altura de la historia. Dejó tirado en el suelo a Modric con un recorte que le sirvió también para librarse de Rudiger y remató con la derecha el tanto que servía al Atlético para igualar el partido a dos y para superar a Luis Aragonés como el máximo goleador histórico de los rojiblancos.

Lo marcó con la derecha, para que sirviera de homenaje al hombre más importante en la historia del Atlético hasta que llegaron Griezmann al césped y Simeone al banquillo. El francés siempre ha exhibido su admiración por Luis. Después de igualarlo en la tabla de goleadores históricos con sus dos goles al Getafe se presentó en el siguiente partido, contra el Sevilla, con una camiseta en la que bajo el rostro y el nombre de Luis Aragonés figuraba una de sus frases clásicas: Ganar, ganar y volver a ganar. Aunque su idea original era lucir una camiseta original de Luis. Se puso en contacto con la familia, pero no conservaban ninguna para poder cedérsela, como confesaba Luis Aragonés hijo en la cadena Cope. Griezmann lo hizo todo para homenajear al mito, pero le faltó ganar. El «7» del Atlético ya lució en las dos temporadas anteriores el «8» que lucía Luis a la espalda cuando ilusionó a la afición rojiblanca con la posibilidad de ganar la Copa de Europa en 1974.

Luis marcó el 0-1 en la final de la máxima competición europea contra el Bayern. El gol de Griezmann al Real Madrid no era una final. Ni siquiera era la Copa de Europa, pero era un gol contra el máximo rival y en la semifinal de la lucha por un título.

El que le marcó a Kepa era el gol 174 en la carrera del francés, que aguantó todo el partido en el césped a pesar del visible cansancio que le impedía pelear las carreras en igualdad de condiciones con Rudiger en los últimos minutos.

Para Griezmann el partido deja una bonita marca y una dolorosa derrota, aunque Koke, el capitán, encuentra un consuelo. «El jueves tenemos una revancha», decía después del partido en referencia a la eliminatoria de los octavos de final de la Copa. Pero Simeone lo ve de otra manera. Una derrota es una derrota.

«En el fútbol no hay revancha, hay otro partido, otra situación y ellos van a jugar la final y nosotros, no», se lamentaba el entrenador rojiblanco. «Otra vez encajamos goles, aunque tenemos otro partido el jueves». decía el francés. «Es algo que tenemos que mejorar y hasta que lo mejoremos saldrán partidos así», añadía.

Tampoco es un consuelo la nueva marca del francés, que ha marcado 41 de sus 174 goles como rojiblanco en la segunda etapa, después de su regreso del Barcelona. Una etapa que parecía condenada al sufrimiento. Fue recibido con pitos la primera vez que volvió a ponerse la camiseta rojiblanca en un partido de la Liga de Campeones contra el Oporto. Pero desde entonces se ha convertido en el mejor jugador del Atlético y de la Liga y también en uno de los mejores de la historia del Atlético, a la altura de Luis. Aunque su récord tenga sabor amargo. Al menos le queda el recuerdo del balón con el que marcó el gol número 174. «Es parta mí», dice. «Es algo increíble, un orgullo. Ahora, a seguir trabajando para seguir mejorando marcas a nivel individual», dice. A Griezmann nada le quita el hambre.