Blinken se reúne con Netanyahu en un esfuerzo por contener la guerra
“¿Por qué el público israelí debe enterarse por un medio extranjero que hemos entrado en una nueva fase bélica en Gaza?”, preguntó en una rueda de prensa un reportero al portavoz del Ejército, Daniel Hagari, quien, como siempre, salió del paso elegantemente.
Lo que se había insinuado a los israelíes durante la última semana sobre el regreso gradual de reservistas a casa y retirada de instrumentos de Gaza se dijo anoche a los medios extranjeros. Y, así, las fuerzas israelíes se están retirando del norte del enclave palestino y la atención se centra ahora en los campos de refugiados del centro y en la zona de Jan Yunes, al sur.
Poco tiempo después del anuncio militar aterrizó en el aeropuerto de Ben Gurión el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en su quinta visita al país desde que comenzó la guerra.
Hoy se reunió con el presidente israelí, Isaac Herzog, el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y tiene previsto hacerlo también con Benny Gantz, Yair Lapid, altos mandos militares y familias de los secuestrados.
De la conversación con Netanyahu, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha dicho: “El secretario reafirmó nuestro apoyo al derecho de Israel a evitar que se repitan los ataques terroristas del 7 de octubre y destacó la importancia de evitar más daños a los civiles y proteger la infraestructura civil en Gaza”.
Por la mañana fue recibido por Herzog del siguiente modo: "El jueves comenzará un procedimiento en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, mediante el cual Sudáfrica ha demandado a Israel por supuesto genocidio”, le dijo el presidente. “No hay nada más atroz y absurdo que esta afirmación”.
Por su parte, y según el comunicado oficial de la presidencia israelí, Blinken agradeció a Herzog y dijo que espera compartir con él lo que escuchó de los líderes de Oriente Medio con los que se venía de reunirse en los días pasados en su gira diplomática por la región, así como tener "la oportunidad de sentarse con las familias de algunos de los rehenes y discutir nuestros incansables esfuerzos para traer a todos a casa, de regreso con sus familias. Y hay mucho de qué hablar, en particular, sobre el camino a seguir".
En una conversación posterior con el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, Blinken, dijo que veía oportunidades para establecer vínculos más estrechos en la región una vez se resuelva la crisis de Gaza.
"Conozco sus propios esfuerzos, durante muchos años, para construir una conectividad e integración mucho mayores en Oriente Medio, y creo que en realidad hay oportunidades reales allí", dijo Blinken a su homólogo.
"Pero tenemos que superar este momento tan difícil y asegurarnos de que el 7 de octubre nunca vuelva a suceder y trabajar para construir un futuro muy diferente y mucho mejor", dijo Blinken, refiriéndose al ataque transfronterizo de Hamás que desató la guerra de Gaza.
¿Hacia el fin de la guerra?
El lunes por la noche Hamás recordó a los israelíes del centro que la guerra continúa lanzando cinco misiles de medio alcance desde el distrito de Rafah. Fue el primer bombardeo contra el centro del país en ocho días, lo que muestra que poseen el armamento y también la capacidad para seguir amenazando el frente interno israelí.
Sin embargo, el desafío que los islamistas presentan al Ejército israelí dentro de Gaza sigue siendo grande, particularmente en el centro y sur de la franja, donde los soldados israelíes siguen luchando por tomar control del territorio y continúan localizando túneles y arsenal.
Seis soldados murieron el lunes en una explosión en el centro de Gaza y otros tres murieron durante batallas en el sur, anunció este martes el Ejército de Israel, elevando el número a 185.
Según los analistas militares, las brigadas y batallones de Hamás en el norte de Gaza han sufrido pérdidas de miles de combatientes y cientos han sido capturados. Dicen que ya no funcionan como unidades militares organizadas y han sido reemplazadas por pequeñas células que intentan acosar a las fuerzas israelíes. Algo que se puede apreciar también en los vídeos que produce Hamás en su canal de Telegram.
Se especula que la transición a la siguiente etapa de los combates en Gaza no fue anunciada explícitamente en Israel debido a los problemas políticos de la coalición de gobierno. Lo cierto es que mientras Hagari dijo que la intensidad de la ofensiva se aminora, Netanyahu, en una visita a las tropas en el norte del país, dijo ese mismo día exactamente lo contrario.
Puesto que las expectativas expuestas al principio de la guerra, -destruir el gobierno de Hamás, lograr un pronto regreso de los residentes de las comunidades fronterizas a sus hogares y el regreso de todos los rehenes- y tres meses después esos objetivos aún están lejos de alcanzarse, los mensajes políticos sirven a diferentes propósitos. No necesariamente informativos.
En el norte las cosas parecen ir a más
Mientras, en el día de hoy, cuatro altos cargos de la organización terrorista chiita libanesa Hizbulá han sido asesinados por drones armados. Se acusa a Israel, pero no ha habido ninguna reacción oficial israelí al respecto. Ayer otro comandante de la organización murió en idénticas circunstancias a los de hoy, en una explosión del vehículo en el que transitaba.
Durante la tarde de ayer y el día de hoy las sirenas no han dejado de sonar en la zona norte, con alertas sobre todo por drones mandados desde el sur del Líbano. Uno de ellos volvió a causar daños en una base militar israelí.
El comandante muerto ayer, de la unidad de élite chiita Fuerza Radwan, creada para hostigar a Israel y promover infiltraciones en su territorio, Wisam al Tawil, fue enterrado hoy y, en las cercanías del cementerio de Khirbet Selm, poco antes de su entierro, una explosión acabó con la vida de Ali Hussein Barji, comandante de las fuerzas aéreas de Hezbolá, responsable de docenas de ataques con aviones no tripulados en los últimos meses.