Robos de droga, disparos, secuestros y la banda del BMW: lo que hay tras el asesinato de la tía del Gordo Maya
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El Grupo VI de Homicidios de Madrid tiene sobre la mesa diversas hipótesis para empezar a trabajar en el esclarecimiento del asesinato, la noche del lunes, de Natalia Silva Suárez, española nacida en julio de 1980 y con antecedentes por lesiones y riña tumultuaria, entre otros asuntos. Son reseñas menores, en comparación con buena parte de su familia más cercana. De hecho, ese amplísimo historial delictivo de su entorno, tanto por tráfico de drogas como por robos , es el trasfondo en el que está buceando la Policía Nacional . La víctima es tía materna de Francisco Maya Silva, 'el Gordo Maya', de 25 años, un alunicero experto que se metió a atracador y secuestrador de narcotraficantes. Natalia llegaba a las 21.44 horas de casa de su hermana, en una furgoneta Opel Vivaro gris, que conducía ella misma, aunque carecía de carné. Apenas a unos metros de su bloque, en la calle del Lago de Maracaibo, en Palomeras (Puente de Vallecas), se le cruzó un todoterreno negro. Se manejan tres marcas: BMW, Audi o Volkswagen. Iban dos varones vestidos de oscuro y gruesos. Uno de ellos, ataviado con una gorra, se bajó del vehículo y se acercó a la ventanilla de la conductora. Según los testigos, le preguntó: «¿Eres Natalia?», y al contestar ella afirmativamente le descerrajó entre siete y ocho tiros con una pistola. Y salió huyendo a toda prisa con su compinche. Noticia Relacionada reportaje No Los hijos del Piojo, el Rana y el Nano: la nueva generación de aluniceros y atracadores entra en acción Carlos Hidalgo Cuando se cumple un cuarto de siglo del primer alunizaje, en Fuencarral, las bandas buscan ahora palos millonarios Un vecino escuchó los disparos y telefoneó al 112. El barrio tiene una presencia policial constante, y la primera patrulla no tardó en llegar. Sacaron a la mujer de la furgoneta, cuando aún respiraba, y le comenzaron a practicar las maniobras de resucitación. Entre convulsiones, aguantaba moribunda cuando llegó el Samur, que intentó por todos los medios, y en plena histeria de los familiares y vecinos de Natalia, mantenerla viva, sin éxito. Presentaba disparos en el hemitórax izquierdo, cerca de una clavícula y en el costado. Le impactaron varios proyectiles, que dejaron su marca no solo en la luna del coche, también en el chasis de la puerta. Vigilancia en el tanatorio La Policía Nacional estableció un dispositivo de seguridad máximo en el barrio, pues los allegados a la víctima juraban venganza. Ese refuerzo se repitió ayer por la tarde en el Tanatorio Sur, donde agentes de la UPR vigilaron el velatorio. Aquella noche, unos testigos dijeron que ella había tenido un encontronazo con unos vecinos, a los que identificaron, porque se habían metido con uno de los hijos menores de Natalia, y que esta les respondió con insultos. Pero los agentes están indagando en los negocios ilícitos de la familia, vinculada al clan de los Silva de la Cañada Real y, por ende, al de los Gordos, traficantes de drogas. Con su sobrino y el esposo de Natalia en la cárcel desde hace meses, pudo convertirse en objeto de venganza por otro grupo al que les hubiesen 'levantado' droga o debieran dinero ilegal. Tiroteo el 7 de diciembre El pasado 7 de diciembre, una vivienda de la calle del Golfo de Darien, que es la que corta aquella donde se produjo el suceso mortal del lunes, sufrió disparos desde la calle. No se descarta que ambos sucesos estén relacionados. Otras fuentes policiales no oficiales indicaron que, cuando mataron a Natalia, también hubo otro herido de bala en el distrito, en la calle del Puerto de Barbalán, pero que la víctima fue evacuada por un allegado y que no llegó a ser asistida por los paramédicos. El Gordo Maya sufrió un intento de asesinato en julio. Fue en la puerta de la casa de su madre, en Marqués de Corbera, en el barrio de La Elipa (Ciudad Lineal). Estaba con un amigo marroquí y una chica en la calle cuando un sujeto en monopatín se le acercó y le descerrajó cinco disparos. También llevaba gorra y la pistola contaba con silenciador, algo muy poco común. Le reventó un antebrazo. Compinche del Samuelillo Francisco Maya Silva fue detenido en abril como miembro de la banda del Samuelillo, otro exalunicero. Se disfrazaban de policías y daban el alto a otros narcos para robarles dinero y droga, a 50.000 euros por cabeza. Al menos a uno de ellos (hay seis casos documentados, también a empresarios) le quemaron con sopletes. Maya Silva apuñaló a un conductor en noviembre de 2020, cerca del Planetario, por un pique de tráfico. La agresión que fue grabada por otros conductores. Y, como colofón de su veintena larga de antecedentes, a mediados de octubre de 2023 ingresó en prisión tras ser arrestado en Puente de Vallecas. Como su tía Natalia, conducía sin carné, pero dejó el coche mal aparcado y la Policía Municipal le identificó y supo que tenía una busca por haber dejado con una lesión medular muy grave en el hospital de Tetrapléjicos de Toledo a un alunicero de Seseña el 29 de septiembre. Fuentes policiales precisan que «razones ha buscado para que vayan a por él», en referencia a que se hayan querido cobrar la venganza a través de su tía. Situación similar es la de José Luis Rodríguez Díez, alias 'el Pipi', marido de Natalia y tío del Gordo Maya. Es el líder de la banda del BMW, que arrasó Valladolid con alunizajes en comercios. Condenado junto a una docena de secuaces (entre ellos, sus padres), sus hermanos Fofó y Pirri (el segundo creó la banda del Mazo) también entraron en la cárcel hace tres meses por el secuestro de un empresario y diversos atracos.