Así es la vida en Oymyakon, el pueblo más frío del planeta
Mar Gómez, doctora en Física y responsable de meteorología
en eltiempo.es, recientemente compartió un
interesante hilo en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter). En
este hilo, nos brinda fascinantes detalles sobre el lugar habitado más frío del
planeta. Este pequeño y remoto pueblo, llamado Oymyakon, se encuentra ubicado
en la gélida región de Siberia, en Rusia. Y es un lugar donde sus habitantes
han encontrado una forma de sobrevivir, a pesar de las condiciones
extremadamente frías durante la mayor parte del año.
Cómo es la vida en Oymyakon
El clima en Oymyakon es tan extremo que las temperaturas promedio en invierno pueden llegar a alcanzar los -50 grados Celsius. Aunque si se da el caso de que un invierno en particular es especialmente frío, podrían alcanzarse -incluso- los 71,2 grados bajo cero, que es el récord que se registró en 1926.
A pesar de las condiciones climáticas adversas, Oymyakon es
habitado por una pequeña comunidad de 500 valientes residentes. Estas personas
han aprendido a adaptarse y sobrevivir en un entorno tan inhóspito. Cuentan con
infraestructuras especiales, como calefacción subterránea y sistemas de
transporte adaptados a las bajas temperaturas. Además, es importante recordar
que, con este clima tan extremo, la agricultura no es posible, por lo que la
dieta se basa tradicionalmente en carne.
Como puedes ver, el invierno en Oymyakon es muy duro. Pero,
por fortuna, esta situación no es tan permanente durante todo el año. Si bien
es cierto que el invierno dura 9 meses, hay otros 3 meses hasta completar el
año. Y durante estos meses de verano, las temperaturas pueden llegar a alcanzar
entre 20 y 30 grados. Bueno, pues este infierno de hielo no es nada comparado
con el lugar que los científicos de la NASA han catalogado como “el lugar más
frío del planeta”:
El lugar no habitado más frío
La agencia espacial preguntó a través de su cuenta de Facebook: “¿Busca el lugar más frío del planeta para pasar las fiestas?”... A lo que continuaba: “no encontrará a nadie allí, pero el lugar más frío que hemos encontrado en la Tierra es una cresta alta en la meseta antártica oriental”.
Los científicos analizaron los mapas elaborados con 32 años de datos procedentes de los satélites de la NASA, como el sensor MODIS del satélite Aqua y el sensor TIRS del Landsat 8, un proyecto conjunto de la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Encontraron que las temperaturas más bajas consistentemente registradas se alcanzaban en una cresta alta que se extiende desde el domo Arugs (el punto más elevado de la meseta antártica) hasta el domo Fuji o domo Valquiria.
La NASA explicó que allí las temperaturas en las noches de invierno “pueden descender hasta los 135ºF bajo cero”.... o lo que es lo mismo, 92ºC por debajo de cero. Los científicos atribuyen estas terribles temperaturas de la meseta de la Antártida a una combinación de aire “estacionario durante largos períodos, mientras continúa irradiando más calor hacia el espacio”.
Evidentemente, este no es un lugar apto para el asentamiento
humano... y no sólo por las bajas temperaturas. También tenemos que tener en
cuenta la altitud, la falta de oxígeno, la práctica ausencia de humedad en el
aire, los vientos que multiplican la sensación térmica, la radiación
ultravioleta derivada del agujero en la capa de ozono... y eso sin contar el absoluto
aislamiento.
Los datos registrados en este punto superan (sobradamente)
el anterior récord de temperatura mínima, que se alcanzó el 21 de julio de 1983
en la estación rusa de investigación Vostok (situada también en la Antártida,
relativamente cerca), cuando los termómetros descendieron hasta marcar los 89,2ºC
bajo cero.