Gabriela Guillén se refugia en la fe y en su bebé tras su firme decisión sobre Bertín Osborne
MADRID, 9 (CHANCE)
Las durísimas declaraciones de Bertín Osborne en la revista '¡Hola!' asegurando que no quiere ser padre y dejando claro que no va a ejercer como tal con el hijo de Gabriela Guillén han marcado un antes y un después para la fisioterapeuta.
Dolida e indignada porque la única noticia que haya tenido de él tras el nacimiento del bebé haya sido esta exclusiva -ya que aunque se dijo que la habría llamado y ella no le habría cogido el teléfono, parece que ni siquiera la ha felicitado por su maternidad ni se ha interesado por cómo está el pequeño- la ex del presentador ha tomado una decisión drástica y así lo ha anunciado ante las cámaras: No quiere ni oír el nombre del padre de su niño.
Gabriela tiene claro que va a criar a su hijo en solitario y que, al contrario de lo que pensábamos hasta ahora, no tiene en mente hacerle las pruebas de paternidad porque no quiere absolutamente nada -ni lo que legalmente le correspondería en concepto de manutención- de Bertín.
Aunque en un primer momento confesó a varios periodistas que sometería al bebé a las pruebas de ADN a condición de que se hiciesen en el Instituto Nacional de Toxicología, una semana después de su nacimiento está tan enfadada y decepcionada que se estaría replanteando su decisión, dejando en manos del niño en el futuro el hacerse las pruebas para demostrar que el artista es su padre. Algo de lo que, como ha dejado claro Gaby, ella no tiene ninguna duda.
Quizás para sobrellevar su cada vez más tensa relación con Bertín, la paraguaya se está refugiando en la fe y en sus creencias religiosas y, acompañada por su bebé y por su madre -su gran apoyo en estos duros momentos- ha visitado una iglesia cercana a su domicilio, donde la hemos visto rezando muy afectada.
Pendiente en todo momento de su hijo -cuyo nombre no ha revelado todavía- Gabriela llevó al recién nacido en una mochila de porteo, protegiéndolo de las bajas temperaturas de la capital cubriéndolo con su propio abrigo. Intentando pasar desapercibida y esquivar a las cámaras, la fisioterapeuta no dudó en llevar mascarilla quirúrgica y gafas de sol durante su paseo, en el que se mostró de lo más cariñosa con su pequeño, en el que está completamente volcada.