Freddy Marcano: Propósito para el 2024
Las festividades decembrinas de los venezolanos son muy particulares en comparación con otros lugares; las nuestras se extienden, prácticamente, a lo largo de todo el mes. Hoy día, gracias a la inflación y al régimen, no hay recursos para sostenerlas; y aunque la inflación nos devore, la cultura nos lleva, en una suerte de psicología de las celebraciones, hacia conductas que son recuerdos. Por ello muchos celebran aunque tengan que cumplir un horario laboral o, simplemente, proseguir en la búsqueda de un empleo. Puede decirse que en este tiempo de celebraciones, existe una tendencia universal en la que bajan las tensiones al finalizar cada año. Realmente en muchos países festejan a lo sumo por dos días el nuevo año y los más o menos religiosos tienen asueto por la navidad, es decir, llegada del Niño Jesús o la de Papá Noel.
En estos tiempos también se reducen las tensiones políticas, cierto, pero siguen allí y muy vivas. Mientras que en Venezuela, en los negocios, se baja la santa maría, pueden suscitarse acontecimientos trágicos que cuestionan la eficiencia del Estado; un ejemplo es el encarcelamiento de un comandante del cuerpo de bomberos del estado Miranda, recientemente, mientras que los partidos, quienes hacen una activa vida política y en propiedad, se mantienen en un silencio extraordinario. Está el justificado receso, pero lo llevan al extremo. Ni siquiera prodigan un par de mensajes breves en las redes digitales, ya que tienen alguna responsabilidad de conducción pública. Me refiero obviamente a la oposición, porque la gente que está en el gobierno desde hace 25 años, a casa llena, dentro o fuera del país, golosos y satisfechos, son como unos extraterrestres que disfrutan de cualquier fiesta en el contexto de un país hambriento.
El mes de diciembre fue el mes de mayor sufrimiento de los familiares de los presos políticos. Éstos padecen, claro que sí, pero pocas personas se refieren a los familiares. Es una suerte de lotería quienes entran al beneficio de las negociaciones, para poder salir de ese injusto y politizado encarcelamiento. Familias que ponen de propósito para este 2024 poder compartir en familia y tratar de continuar su vida así sea con las dificultades propias de la mala situación que se vive en el país. El régimen siempre se excusa de sus ineficiencias, y alega que todo es responsabilidad de cualquier circunstancia externa como, por ejemplo, las sanciones, ya que jamás aceptará que el problema de fondo es y será el mal manejo del erario público.
Este 2024 será un año de muchos retos y lleno de propósitos tanto para los que seguimos en Venezuela como para los que están fuera y añoran volver. Estos propósitos tienen que ver con los problemas medulares y de atención inmediata: el ajuste o la mejora de los salarios, la recuperación del sistema educativo, la obtención de justicia por igual para todos respetando las leyes, la despolitización de las instituciones y la activación del aparato productivo, por mencionar algunos. Estos propósitos para algunos pueden ser utópicos y más aún con un régimen que prioriza mantenerse en el poder y no en solucionar los problemas que padece el ciudadano. Para ellos ha sido tarea central lograr que la población sea escéptica creando dudas en la posibilidad de un verdadero cambio.
No podemos olvidar que todos los años son nuevos y traen nuevas oportunidades. Es nuestra decisión tomarlas. Sin embargo, el principal propósito debe ser recuperar la fe, la determinación y la confianza, en que unidos podemos lograr que cosas extraordinarias sucedan. Hemos persistido, insistido y resistido en la unión y la posibilidad de un cambio, y hemos logrado avanzar mucho. No obstante tenemos que completar nuestro trabajo individual, cambiar y entender que todos tenemos una cuota de responsabilidad en la consecución de esos añorados cambios. La historia del mundo nos ha enseñado que si la causa es justa, podemos marcar la diferencia y recuperar la democracia, y, por ende nuestro país. Deseo que entre los propósitos para el 2024 se encuentre el florecimiento de una democracia realmente participativa que expanda nuestro nivel de consciencia. Feliz año 2024.
@freddyamarcano