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Январь
2024

Los ganadores y perdedores de 2023: el balance del año electoral que acabó

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Abc.es 

Qué año este que puso a prueba a las mejores casas demoscópicas . Cada intuición que la escena política ofreció resulta equivocada a estas alturas. Algunos empezaron bien, pero ayer tomaron las uvas fatigados ( Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, cada uno por lo suyo). Mientras que otros, como Inés Arrimadas , aceptaron la derrota con deportividad y dieron un paso a un lado. Luego, están los que como Ione Belarr a e Irene Montero no saben perder y dan patadas para adelante. O los que como Yolanda Díaz se dan con un canto en los dientes por superar a estas últimas. Y qué decir de Pedro Sánchez , el rey de la pista contra todo... ¡Y contra todos! Alberto Núñez Feijóo El líder del Partido Popular empezó el año siendo todavía presidente de la Xunta de Galicia. En marzo, salió elegido máxima autoridad de su partido después de unas primarias internas para relevar a Pablo Casado . 2023 se constituye como el año en el que Feijóo experimentó el más vertiginoso vaivén político de todos los líderes nacionales. Dejó su tierra con el mandato de ser el nuevo presidente del Gobierno de España. Y todo iba bien porque dos meses después de lograr la presidencia de su partido, el PP logró imponerse en las autonómicas y municipales del 28 de mayo en la mayoría de comunidades autónomas y principales municipios. Logró gobierno en 11 regiones y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Y le arrebató al PSOE seis de los ocho gobiernos que poseía. Ángel de Antonio Feijóo en el Congreso El líder del PP se convirtió en el jefe de la oposición después de no lograr gobernar. El éxito del PP el 28M y el renovado liderazgo con Feijóo fue tal que las encuestas le otorgaron un claro favoritismo de cara a las elecciones generales del 23 de junio. Pero Génova pecó de autoconfianza y la demoscopia les traicionó. A pesar de ganar las elecciones nacionales, una carambola política y los pactos de Pedro Sánchez con el independentismo le impidieron asumir el gobierno, obligándolo a dejar Galicia para convertirse en el líder de la oposición. Esta situación le llevó a una profunda reestructuración en Génova , la parte orgánica, enfocando su estrategia en una oposición firme y desgastante. Reorganización que todavía en diciembre dio sus últimos pasos y cuyos resultados tendrán que analizarse el primer semestre de 2024. Santiago Abascal El residente de Vox, experimentó a principios de año un ascenso que al partido le ha costado mantener por las turbulencias internas. En mayo, Vox logró ingresar a otros cuatro gobiernos autonómicos , sumándose al que ya ostentaba en Castilla y León. Y consolidando así su crecimiento territorial. Por eso Abascal intensificó el resto del año la presión sobre el Partido Popular para forjar una coalición tras las elecciones nacionales del 23-J, anticipándose incluso como posible vicepresidente. Durante la campaña, Abascal abogó por la aplicación del artículo 155 en Cataluña, mostrando una postura inflexible ante el conflicto territorial y marcando diferencias con Feijóo. La situación cambió drásticamente cuando Vox no logró acceder al Gobierno y sufrió la pérdida de 19 escaños en el Congreso. Esto detonó una crisis interna que previamente se había intuido. EFE Abascal en la tribuna El líder de Vox, Santiago Abascal, interviene en el debate de la toma en consideración de la proposición de ley del PSOE de amnistía. La salida de Iván Espinosa de los Monteros , aunque justificada por motivos personales, desencadenó las primeras críticas internas hacia la gestión de Abascal y la acumulación de poder en Jorge Buxadé , vicepresidente de Acción Política de Vox. En respuesta, Abascal buscó aumentar su presencia a nivel internacional, apoyándose en figuras como Meloni y Milei , y adoptó discursos aún más enérgicos y polémicos para garantizar la atención. Carles Puigdemont El líder independentista y prófugo de la Justicia se convirtió en uno de los protagonistas inesperados del panorama político. Para muchos, el gran vencedor al tener la llave de gobierno de Sánchez. Puigdemont logró que el PSOE traspasara la línea roja de la amnistía, que España comience a debatir sobre el 'lawfare' y que se convoquen reuniones con mediadores en el extranjero. EFe Puigdemont escucha a Sánchez El líder de Junts se encontró hace un par de semanas en la Eurocámara con el presidente del Gobierno de España que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo Europeo, aunque no hubo saludo entre ellos. Además de fomentar el uso del catalán en el Congreso y promoverlo en la Unión Europea. E incrementó la visibilidad de Junts frente a ERC después incluso de haber sido marginado en la Eurocámara. Inés Arrimadas La exlíder de Ciudadanos (CS) se enfrentó a desafíos que cambiaron su trayectoria política. A pesar de sus esfuerzos por mantener fuerte a CS, el fracaso fue inevitable y tuvo que renunciar al liderazgo. Arrimadas logró imponerse en un enfrentamiento interno contra Edmundo Bal , pero ese triunfo dividió al partido y decidió entregar la dirección a dos políticos desconocidos. EFE Duelo Arrimadas-Bal El que era el ortavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal conversa con la exlíder de la formación Inés Arrimadas durante una reunión que la Diputación Permanente del Congreso la pasada legislatura. Y eso que Arrimadas llegó a Madrid como la gran esperanza tras la etapa de Albert Rivera . En 2023, no solo presenció la decisión de su partido de no presentarse a las generales del 23J, sino que además tomó la decisión de dejar la política totalmente e incorporarse a una empresa de energías renovables. Por una parte se trata de un logro personal, pero en lo político supone una derrota en su carrera. Ione Belarra e Irene Montero En 2023 se constató el desplome de representación de Podemos en consonancia con la tendencia decreciente de cada cita electoral. El 28M fue una debacle que les situó en una posición de debilidad para negociar su posición en Sumar, la coalición a la izquierda del PSOE liderada por Yolanda Díaz. De los 47 escaños que sumaban en las doce Comunidades Autónomas donde se celebraron elecciones, se quedaron con una quincena . Y desaparecieron de la Comunidad de Madrid, donde nacieron, y en la Comunidad Valenciana, donde tenían una vicepresidencia. También de los ayuntamientos de ambas capitales. Perdieron cinco gobiernos autonómicos: el valenciano, el canario, el balear, el aragonés y el riojano. Y el Ayuntamiento de Barcelona. Y perdieron representación en otros tantos. El papel de Díaz en la campaña sirvió para demostrar su complicidad con formaciones rivales de Podemos, como Compromís o Más Madrid, y con sectores de Unidas Podemos críticos, como los comunes. Díaz, Montero y Belarra fueron incapaces de hacerse una foto de unidad. EFE No entran en el Gobierno Las ex ministras de Podemos Ione Belarra (d) e Irene Montero, después de asisir al acto de traspaso de cartera de sus ministerios de Igualdad y Derechos Sociales, donde hicieron un discurso muy crítico en contra de Sánchez y Díaz por no permitirles un espacio en el Consejo de Ministros. Además, desde que Belarra llegó a la Secretaría General de Podemos en junio de 2021 y nombró un Consejo de Coordinación con 28 cargos de su máxima confianza, un tercio del órgano dimitió o dejó de participar de forma activa por discrepar. Una situación inédita porque a pesar de la cascada de dimisiones en este y otros órganos de Podemos, el triunvirato dirigente formado por Ione Belarra , Irene Montero y Lilith Verstrynge siguió tomando decisiones estratégicas relevantes hasta su remodelación la semana pasada. Como su decisión de romper su pacto con Díaz y salirse del grupo parlamentario de Sumar. Después de la estrategia de ahogamiento de Díaz a Podemos, el partido de Belarra solo logró cinco escaños en el Congreso. Y eso que en la anterior legislatura Podemos era el sector mayoritario de Unidas Podemos. Sin embargo, la dirección no acepta esta pérdida de representación y están rearmando el partido para pelear el espacio que consideran que Díaz les está robando para construir su organización en base a los cimientos que ellos levantaron. Pedro Sánchez El viaje político del presidente en 2023 fue una voltereta. Sánchez recibió un duro golpe el 28M por parte de los españoles al dejar al PSOE fuera del poder de importantes territorios, como Aragón, otorgando al Partido Popular la victoria por número de votos en las urnas municipales y provocando un vuelco del poder autonómico. Fue todo un plebiscito. La pérdida de confianza de los votantes hizo que el primer semestre del año empezara mal para los socialistas. En números, Sánchez perdió cinco gobiernos autonómicos y 11 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba el PSOE. Alarmados en Ferraz por esta caída, hubo sectores que admitieron que los pactos de Sánchez con el independentismo no se estaban entendiendo y que era el castigo. Pero el presidente dio entonces un giro radical a su estrategia que el mismo explica en su último libro 'Tierra Firme'. Sánchez convocó elecciones nacionales para el 23J de forma anticipada como una suerte de cortafuegos al éxito de la derecha. Luego, endureció su discurso para trasladar a la ciudadanía que PP y Vox defienden lo mismo porque comparten gobiernos, confinando a Feijóo en los mensajes más radicales de Vox. Y, a la vez, también multiplicó su estrategia de acercamiento y diálogo con el independentismo para intentar anestesiar las críticas de la oposición. Contra todo pronóstico tras el 28-M, y a pesar de que el PP ganó las generales, Sánchez fue investido presidente del Gobierno en coalición con Sumar y con el apoyo de los partidos secesionistas; Junts, ERC, Bildu, BNG... Todo debido a que al independentismo catalán le prometió lo que se había negado siempre a sobrepasar: una ley de amnistía que el Congreso ya ha tomado en consideración a principios de diciembre. Yolanda Díaz Díaz empezó el año jugando a no decir si iba a ser la candidata de Sumar a las generales y lo acabó como vicepresidenta de un gobierno con el PSOE. En apenas unos meses, utilizando el espacio de la ya extinta Unidas Podemos, creó una coalición como alternativa a los socialistas que salvó los muebles el 23J y entró al Congreso y luego al Ejecutivo con 31 diputados. Además, Díaz logró otro objetivo: que Podemos no fuera el actor hegemónico del acuerdo electoral. EP Díaz lanzó Sumar La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante uno de los llamadas 'actos de escucha' para presentar su proyecto Sumar, en este caso en Andalucía. El partido de Belarra logró cinco escaños tras firmar el acuerdo electoral. Pero Díaz no calibró bien su estrategia de hostigamiento a Podemos y hace unas semanas se salieron del grupo parlamentario. Sumar se quedó con 26 escaños , algo que en el PSOE le afearon debido a que eran necesarios dada la debilidad parlamentaria del gobierno de coalición.