La Atalanta tiene un no-sé-qué que parece favorecer al Real Madrid. De la misma manera que el negro esconde los kilos de más y que el bueno de Obelix sostenía que las rayas verticales de su pantalón le estilizaban, el Madrid parece que se entona y gana confianza cuando tiene enfrente los colores de la Dea. Se ve más alto, más fuerte, más guapo. Su última gran actuación europea precisamente se remontaba a agosto, cuando disputó la Supercopa ante el equipo italiano. Desde entonces había estado irreconocible. Читать дальше...