Manuel Román: mandar, templar... y parar
No debe ser nada fácil querer ser torero hoy frizando los veinte años. Tanto por las aristas y exigencias del mundo del toro. Como por la sociedad presente que hay fuera para un chaval de esa edad. En esa encrucijada, Manuel Román , el novillero con cara de niño que había sacado del letargo y la apatía a la afición taurina de Córdoba con sus maneras, dijo ayer por redes sociales que deja el toreo, superado por «las circunstancias» y la «moral». Las prisas por hacer un torero que Córdoba reclamaba a gritos. Читать дальше...