Sánchez quiere un Lamborghini
Igual que el perro de Pávlov tenía emparejado el sonido de la campana a la llegada de la comida y salivaba al escucharla, los españoles tenemos interiorizado que tras una aseveración de Pedro Sánchez hay que tragar saliva porque sucederá lo contrario y no habrá beneficio alguno para nosotros . Se llama aprendizaje asociativo y estamos en séptimo curso. Por eso, saben ustedes, como yo, que cuando Sánchez dice «más transporte público y menos Lamborghinis», no vamos a tener mejor tren –¿verdad, ministro Puente?... Читать дальше...