Que veinte años no es nada
El final del verano es tiempo de nostalgias, de mirar atrás, de reencontrarnos con recuerdos, de analizar lo que pudo ser y no fue. Volver, con la frente marchita, las nieves del tiempo blanquearon mi sien. Y con esas canas que solo da el tiempo, echo la mirada veinte años atrás. Barcelona 2004. Llegó la declaración en el Ayuntamiento de la ciudad como antitaurina. También las ofertas a Balañá para dejar la Monumental a cambio de una jugosa permuta de terrenos, los bulos interesados lanzados desde... Читать дальше...