Antonio Rubio, el cazatormentas profesional español, «es imposible no asociar el peligro con este trabajo»
De repente el viento cambia de dirección, el olor de lluvia se impone y los pelos del brazo se te erizan. La adrenalina empieza a correr al punto de que te provoca un hormigueo y subes a tu coche, esa que tiene la pegatina de cazatormentas como tarjeta de presentación. Aunque por fuera pueda parecer un vehículo más, le han retirado los asientos de atrás para que entre todo el equipo. Una cámara superlenta, antena de rayos, amplificador de señal, un ordenador portátil y una antena de GPS con forma de seta en el techo del vehículo. Читать дальше...