El odio de Alemania
El árbitro alargó 114 minutos la carrera de Kroos (no se atrevió a amonestarle en dos entradas consecutivas impropias de su leyenda) y ya estuvo siempre por debajo de un partido enorme, inolvidable, de la selección española. Entra en semifinales por la puerta grande tras una actuación infartante, que tuvo mucho de todo: una fase de juego atrevido y directo, el que marcan los atributos de los niños que pasan las vacaciones en Alemania; otra de cerrojo nocivo y cambios temerarios (quitarse de encima... Читать дальше...