El crimen del canónigo de Valencia ha desvelado una vida diametralmente opuesta a la ejemplaridad. Don Alfonso López Benito fue hallado muerto el pasado martes 23 de enero en su casa con evidentes signos de violencia, una terrible escena tras la que la Policía y sus investigadores descubrieron una faceta alejada de la rectitud eclesiástica, a través de la que el religioso captaba a personas vulnerables, algunos sin hogar y otros con discapacidad, para mantener relaciones sexuales. Acumuló quejas y apercibimientos del Arzobispado y... Читать дальше...